En atención a la alta cifra de casos de robo de energía eléctrica que ha detectado Chilquinta, donde se ha constatado que incluso, muchos conocidos empresarios del valle de Aconcagua han incurrido en este delito, Chilquinta encomendó a la empresa Alto, iniciar un trabajo de sensibilización en torno a este tema, el que se tradujo en San Felipe en la realización de un seminario dirigido a dirigentes vecinales y Carabineros.
La empresa Alto trabaja junto a Chilquinta precisamente para lograr una disminución en los delitos de hurto y robo de electricidad en la región y su representante, Raúl Lagos, señaló que así como es muy crítico el tema de la sequía y de la crisis energética en la región y particularmente en San Felipe, se han detectado muchos casos de hurtos, por lo que están haciendo grandes esfuerzos en crear conciencia y educar tanto a las autoridades como a la comunidad, en torno a este tema.
“El hurto de energía es peligroso. Puede provocar incendios, apagones, daños a los artefactos eléctricos y riesgos para las personas. A la vez esto tiene penas legales que incluso pueden terminar en cárcel. Por eso hemos querido unificar conceptos, en la búsqueda de la ayuda y cooperación necesarias para poner fin a esta problemática”, señaló el profesional.
Según dijo Lagos, el robo de energía eléctrica es un tema transversal en Aconcagua y a nivel regional, así como a nivel de grupos socioeconómicos. “Aquí se registran robos tanto de personas de muy escasos recursos, hasta empresarios, latifundistas. Hemos detectado casos emblemáticos en la zona de Aconcagua, dueños de empresas, de fundos, que extraen ilícitamente electricidad, en algunos casos alimentan bombas hidráulicas para sacar agua de napas subterráneas, también se han detectado empresas de diversos rubros, así como locales comerciales. Es algo que ocurre en todo el país, pero estamos combatiendo primero lo que ocurre en la Quinta Región”, manifestó Raúl Lagos.
Constantemente, mediante sus brigadas de inspección, la empresa Chilquinta fiscaliza e inspecciona las casas, por lo que si una persona está incurriendo en este ilícito es muy probable que en algún momento sea descubierta y por ende, denunciada a la justicia.
“Por lo mismo, le recomendamos a la gente que está incurriendo en esta situación, que regularice este servicio, para que así no sean sancionados por la ley. Si bien Chilquinta no está judicializando a las personas de bajo estrato social, la idea de la fiscalización es convertir en cliente a la gente que está robando”, señaló el representante de Alto.
Durante la charla realizada en San Felipe, se abordaron temas legales, sociales y efectos del robo de energía, métodos de denuncia, facultades de las brigadas de inspección, así como los deberes de la comunidad con los equipos de medición.