De madrugada y aprovechando que las panderetas del colegio John Kennedy no son muy altas, desconocidos ingresaron durante dos noches seguidas al establecimiento y robaron artículos desde el kiosco que se ubica en el interior.
El primer robo se registró durante la madrugada del miércoles, oportunidad en que los antisociales ingresaron por una de las panderetas que da a una calle y rompieron los candados que tenía el kiosco, dejando en su huida varios de los productos botados en el suelo.
INGRESAN POR SEGUNDA VEZ
No satisfechos con esa acción, al parecer los mismos sujetos volvieron a ingresar al establecimiento, esta vez por la pandereta que se ubica detrás del kiosco, rompiendo nuevamente los candados con una herramienta llamada ‘Napoleón’.
En esta segunda oportunidad sustrajeron nuevamente una importante cantidad de golosinas y aprovecharon de llevarse un microondas que los encargados del local mantenían en el lugar.
Al parecer uno de los vecinos alcanzó a ver a los sujetos cuando salían del establecimiento, por lo que de inmediato llamó a Carabineros, quienes al llegar al lugar vieron en las inmediaciones a unos sujetos comiendo dulces, lo que llamó la atención del personal policial, tomando en cuenta que a esas horas no hay locales de ese tipo abiertos, por lo que al adoptar el procedimiento son detenidos y trasladados a la Segunda Comisaría.
FINALIZAN CONTRATO
La situación generó preocupación en el encargado del local, quien decidió terminar el contrato, específicamente por la falta de seguridad en el lugar, ya que al haber sido víctima de dos robos seguidos es imposible para él asumir la pérdida, a lo que se suma el costo emocional y familiar de haber sido robado.
Los daños y productos robados fueron avaluados en más de cien mil pesos.