Gonzalo Reyes no gravitó mayormente en el encuentro de ayer. (Foto: Jaime Gómez Corales)Gonzalo Reyes no gravitó mayormente en el encuentro de ayer. (Foto: Jaime Gómez Corales)

En un partido donde solamente en algunos pasajes del primer tiempo se mostró ordenado, compacto y cerebral para jugar, Unión San Felipe terminó sucumbiendo por 2 goles a 1 ante un discreto e igualmente pragmático cuadro de Deportes Temuco.

Las cosas comenzaron bien para el equipo sanfelipeño porque cerca del cuarto de hora de la primera etapa, un remate mordido salido de los botines de Ricardo Rosales les permitió abrir la cuenta en un duelo en el que pese a ser dominador no lograba enhebrar jugadas de riesgo para complicar a los forasteros.

Los aconcagüinos tenían muy claro que ante conjuntos fuertes en su armado como es el caso de Temuco, no hay lugar para desconcentraciones, y el Uní Uní ayer tuvo dos que costaron muy caro al permitir a los sureños, en solo tres minutos, emparejar y posteriormente cargar la balanza hacia su lado gracias a las conquistas de Alegre en el 27’ y Rainer Castro (con clara posición de adelanto) cuando el reloj indicaba la media hora de juego.

Para la segunda mitad el técnico Víctor Rivero intentó darle más elaboración a su equipo con los ingresos de los argentinos Lucas Wilchez y Hernán Fredes, pero ese objetivo no se alcanzó debido a la gran tarea de obstrucción que hicieron los de la Novena Región.

Ya en el tramo final del encuentro, desde el banco técnico albirrojo se intentó reescribir la historia metiendo a Julio Castro e Ignacio Mesías, sin embargo la apuesta no funcionó y finalmente el Uní Uní debió lamentar una caída inesperada y muy dolorosa.

Gonzalo Reyes no gravitó mayormente en el encuentro de ayer. (Foto: Jaime Gómez Corales)
Gonzalo Reyes no gravitó mayormente en el encuentro de ayer. (Foto: Jaime Gómez Corales)