Producto de la crisis sanitaria a raíz del coronavirus, muchos emprendedores han visto afectados sus negocios debido a la escaza demanda de sus productos habituales, y en algunos casos, reinventarse ha sido una gran estrategia para seguir produciendo y generando recursos para sus actividades comerciales y para sus familias.
Este es el caso de María Nancy Aliaga, costurera de la comuna de Santa María, de 65 años de edad, quien estudió corte y confección por los años 60 y que luego de una vida en el campo, se dedica hace 10 años a confeccionar prendas en el taller de su casa. Habitualmente elabora delantales para profesoras, parvularias y peluqueras, disfraces y arreglos de ropa en general. Pero debido a la baja en la demanda habitual de trabajo, comenzó a buscar la manera de generar dinero.
“Con la cuarentena, ya no tenía clientes. Un día, una de las vecinas del sector, que es contratista agrícola, me pidió 15 mascarillas para su trabajo. Como materia prima, tenía una tela con la que había hecho delantales para peluqueras. Vimos que no se traspasaban los líquidos, y probamos”, cuenta la usuaria del programa ‘Yo Emprendo de Fosis’.
Nancy cuenta que sacó el molde de una mascarilla de enfermera que se consiguió, y empezó con su primer pedido. “Me demoré una tarde en hacerlas. Y desde ese día, siguen pidiéndome de distintos lados. He hecho unas 200 mascarillas en estas últimas semanas”.
El caso de Rosa Páez, joven emprendedora de San Felipe, se asemeja mucho al de la señora Nancy. La falta de clientela habitual hizo que tuviera la necesidad de reformular su negocio. Su dedicación a la costura comenzó el año 2007. Empezó haciendo moldes y a coser a mano. Logró comprar su primera máquina de coser y con tutoriales de internet empezó a confeccionar. Desde entonces que se ha especializado en trajes típicos para colegios, disfraces, mantelería, cortinaje y arreglos de ropa.
“Cuando se agravó el tema de la cuarentena, me di cuenta que iba a ser difícil seguir con los productos que estaba vendiendo, así es que se me ocurrió empezar a hacer mascarillas sanitarias, porque sabía que se iban a necesitar muchas. Trabajo con tela TNT principalmente. Igual ha sido difícil encontrar materia prima, principalmente elásticos, que además están súper caros ahora”.
Rosa ha entregado en las últimas semanas más de 400 mascarillas y las comercializa a través de pedidos, en sociedad con una amiga y su pareja, principalmente en Putaendo y San Felipe. “Estamos enfocados casi el 100% en confeccionar mascarillas, así es que me ha ido bien, estoy con harta pega”.
El director regional del Fosis, Luis Rivera Caneo, destaca el interés de emprendedoras por reinventar sus negocios: “Los casos de las costureras que han comenzado a confeccionar mascarillas sanitarias es un claro ejemplo de que esta crisis debemos enfrentarla entre todos. Es por eso que agradecemos la intención de tantas modistas, trabajadoras de la costura que han comenzado a fabricar estos productos, e invitamos a otras que aún no lo han hecho, que se sumen, que vean las necesidades que hay en sus comunidades, en la medida que sus capacidades se los permitan”.
Así mismo, el director Rivera hizo un llamado a los comerciantes que trabajan con materias primas para estos productos, evitar el alza de los precios. “Necesitamos un esfuerzo de todos para vencer el Coronavirus, es por este motivo que solicitamos a quienes comercializan con las materias primas, a que no suban los valores de sus productos. Elásticos y telas son materiales que hoy resultan de gran necesidad, y confiamos que todos estamos aportando para que pronto Chile pueda superar esta pandemia”.