Ciclistas furiosos de Aconcagua lograron convocar a más de 100 pedaleros para pedir ciclo-vías. A media tarde de este sábado, la agrupación de Ciclistas furiosos de Aconcagua se congregaron en una de las calzadas de Avenida Miraflores de San Felipe, para instalar una bicicleta blanca en el mismo punto donde el 12 de septiembre pasado fuera atropellado Don Juan Ward Ricard, funcionario del Liceo Particular Mixto, desde donde salía rumbo a su casa en el sector poniente de la ciudad, cuando fue envestido por dos vehículos, y por cuyas heridas falleció algunas horas más tarde en el Hospital San Camilo.
Para conmemorar su partida, la agrupación instaló el emblemático elemento, junto a una placa que recuerda el episodio. En voz de uno de los voceros del grupo de pedaleros, Pedro Muñoz dijo que “este elemento de absoluto simbolismo, nos debe hacer reflexionar sobre el cómo estamos desarrollando nuestras ciudades, donde a diario se desata una competencia por los espacios viales, con la sabida desventaja para los ciclistas. Por eso queremos que cuando un peatón, un ciclista o un automovilista pase por este lugar, tenga un minuto de reflexión, o toque su campanilla o bocina por la memoria de Don Juan, pero más que eso pueda sentir que llegó el momento de revisar nuestra estructura vial y antes que eso, la manera en que nos comportamos al usar las calles”, dijo Muñoz.
Tras las palabras iniciales, uno de los hijos homónimos de Juan Ward, agradeció a los asistentes y a la agrupación por, “venir a recordar a mi padre, quien dejó a sus hijos y a una nieta por ser víctima de una conducta imprudente, pero a la vez también venir a decirle a la ciudad, que son muchas las personas mayores que eligieron la bicicleta como medio de transporte, y que necesitamos espacios y más seguridad. Agradezco a la familia, a los amigos que vinieron, a sus compañeros de trabajo en el Liceo Mixto, y a todos los que vinieron a recordar a mi padre”, señaló emocionado.
Tras descubrir la Bicicleta Blanca en una de las rejas periféricas del aeródromo San Felipe, que dio facilidades a la familia, el grupo de más de un centenar de pedaleros procedió a realizar su tradicional cicletada del primer sábado por las calles de la ciudad, ante la mirada curiosa de los transeúntes.
La actividad terminó en la Plaza Cívica de la ciudad, donde los pedaleros agradecieron a Carabineros por resguardar la actividad en todo momento, a cargo del Teniente Ángelo Acevedo, quién dio instrucciones sobre un ciclismo más seguro. Tras ello compartieron un refrigerio y trazaron su próxima salida del 1 de noviembre y algunas reuniones que solicitarán con las autoridades comunales y regionales para ver en qué está el proyecto de ciclo-vías.