Andrés Emilio Podestá Álvarez:
En nuestra edición de ayer dimos a conocer una información relacionada con que este 4 de diciembre se iba a conformar la nueva directiva de la Unión Comunal de la Discapacidad, donde el exdirigente de la Junta de Vecinos de El Asiento, Luis Ortiz, al ser consultado sobre la situación actual de la otra directiva que funcionaba en calle Salinas número 2 de San Felipe, que se supone estaba a cargo de Andrés Podestá, dijo que ellos no habían hecho nada durante su mandato.
Con esa versión el aludido Andrés Emilio Podestá Alvarez quiso hacer sus descargos ante las críticas en su contra.
Pues bien llegamos hasta su domicilio ubicado en la Villa Bernardo Cruz para escuchar su versión.
Al respecto indicó que tales aseveraciones de no haber hecho nada no eran efectivas, indicando que desde el tiempo que él estuvo al frente de la Unión de la Discapacidad se hicieron muchas cosas. En primer lugar, cuando él llegó se dio cuenta que la pensión que tienen los discapacitados generalmente la ocupan los padres, «y la gente, los jóvenes que tienen la pensión no la ocupa, entonces ellos andaban buscando trabajo, ahí me di cuenta que nadie les iba a dar trabajo por la sencilla razón que no sabían hacer nada. ¿Cuál fue mi idea?, de capacitarlos, capacitar a la discapacidad, entonces en la sede de la Unión Comunal de la Discapacidad, que está en Salinas 2, hicimos curso de pastelería, panadería, gastronomía, cocina, hidroponía, en fin distintos cursos, se habilitó una sala para computación para enseñarle a la gente y que tuviera herramientas de trabajo», señaló
Prosigue indicando que como consecuencia de estas capacitaciones podían hacer trabajos, y cuando se celebraba el mes de aniversario de San Felipe, en agosto, se instalaban puestos y cada grupo tenía el suyo para vender sus productos: «Era una ventana que yo conseguí para que la gente se pusiera, en este momento cuando ya yo me retiré, porque se acabó el periodo, en la sede quedó todo eso que hicimos, los elementos; hay hornos para hacer pan, hay de todo y todo eso se consiguió a través de subvenciones con proyectos y que me vengan a decir, que yo no he hecho nada, que cualquier persona se limpie la boca con uno que no ha hecho nada y me quitaron el piso, se llevaron a toda la gente, me quitaron hasta la locomoción que iba a buscar a la gente a sus casas y los trajeran a la reunión una vez a la semana, entonces, ¿de qué estamos hablando?», dice Podestá.
Consultado por la opinión que le merece todo eso, Podestá formuló duras críticas a algunos funcionarios de la administración del suspendido alcalde Patricio Freire, justificando sus cuestionamientos señalando «que todo marchaba muy bien, todo marchaba muy bien. Cuando ella (la funcionaria criticada) llegó a hacerse cargo de la oficina de la discapacidad le dije muchas veces: «Delimitemos cuáles son las funciones suyas y cuáles son las funciones mías». Ella se metió en mi terreno y empezó a abarcar, abarcar, abarcar y me dejó sin piso haciendo grupos de gente con distintas patologías, distintas enfermedades, y ese no es el objetivo, es formar grupos con la misma patología por si hacen algún proyecto le favorezca a todos y no a unos pocos como pasa ahora.
– ¿Algo más que agregar don Andrés?
– Otra cosa también que si yo no hubiese hecho nada, el año 2015 mis pares me nombraron consejero regional de la discapacidad por la sociedad civil ante el Senadis y eso terminó, era hasta el 2019, entonces es imposible que yo no haya hecho nada, imposible, teníamos reunión todos los meses como consejeros regionales en la Intendencia de Valparaíso para ver los problemas de la discapacidad en la región, si a mí me consideraron en un momento dado de la noche a la mañana me quitaron el piso de todo.
– ¿Por qué se lo quitaron, qué pasó ahí?
– Ah, no sé, no sé.
– ¿Ustedes qué días funcionaban en la sede?
– En la sede funcionábamos una vez a la semana y la gente que quería ir a hacer reuniones estaban las puertas abiertas para todos. El gran problema fue cuando salió el proyecto EDLI que fueron 75 millones de pesos, que era para la discapacidad, entones ahí la señorita empezó a trabajar, a trabajar, a muñequear y a muñequear, nunca dio una explicación de los dineros, en qué se gastaban, nada. La Pontificia Universidad Católica empezó el EDLI cuando hace un diagnóstico y ese diagnóstico nunca lo dijeron ¿Cómo estaba la discapacidad en San Felipe?, y de ahí vino el proyecto inmediatamente. Si usted hace un diagnóstico, tiene que hacer un proyecto de acuerdo al diagnóstico que hace. Cuando yo empecé a preguntar, del EDLI me dijeron que venía todo listo. ¿Sabe usted cuánto pagó el EDLI por un informe que había, que tenía que hacer un profesional, en este caso un arquitecto, para ver cómo estaba el palacio consistorial en relación a la discapacidad? Tres millones de pesos, por decir que en el tercer piso había dos escalones que con sillas de ruedas no se podía subir a la oficina del alcalde, hicieron después una rampla donde había una vitrina, ahí donde está esa rampa ahora, tres millones de pesos.
– ¿Por hacer el informe?
– Por hacer el informe.
– ¿Con esa necesidad en el fondo?
– Claro, entonces y así sucesivamente se pagaron, pero millones de millones, pero todo perdido porque ¿cuáles fueron los beneficios que tiene la discapacidad ahora?, tienen un ‘elefante blanco’ ahí que se lo arriendan a la viuda de Indumac esa casa. ¿Usted cree que esa casa vale 180 mil pesos como vale la sede de nosotros? Esa casa vale mucho más que está ubicada ahí en la avenida Maipú, esa casa vale mucho más, ahí es un ‘elefante blanco’. ¿Qué hay ahí?, gente que llega; ¿a qué?, a reunirse, a tomar té. Sí, está bien socialmente hablando, pero hagamos algo por la discapacidad y otra cosa la discapacidad llega hasta los 60 años ¿Por qué hasta los 60 años?, porque después empieza el adulto mayor, entonces usted ya no es catalogado según el sistema, no es catalogado como discapacitado, es catalogado como adulto mayor… enfermo.
Señalar que las personas aludidas en esta nota tienen en caso que lo soliciten su derecho a réplica como lo dice la ley de prensa.
