Fue mediante una declaración pública enviada la mañana del viernes por el Obispado de San Felipe, que se confirmó la expulsión del Estado Clerical del otrora sacerdote René Benavides Rives, luego que un Tribunal Canónico de Segunda Instancia lo encontrara Culpable de abusar de tres menores de edad. La declaración del Obispado de San Felipe, precisa que «el tribunal ha impuesto al sacerdote la Pena Expiatoria Perpetua de expulsión del Estado Clerical, que es la máxima sanción dispuesta por el ordenamiento jurídico de la Iglesia».
NO PUEDE DAR LA MISA
Lo anterior significa que Benavides, de 51 años de edad, no conserva el ejercicio del ministerio sacerdotal, esto es, no puede administrar sacramentos, ni ejercer los derechos propios de dicho estado, como tampoco puede desarrollar otros encargos o actividades en parroquias, colegios u otras instituciones católicas.
En entrevista concedida en horas de la tarde del mismo día viernes, Monseñor Cristian Contreras, Obispo de Aconcagua, señaló que «esta investigación fue muy larga, las acusaciones a mí me llegaron por ahí por el año 2003-2004, iniciándose la investigación o indagación preliminar de los hechos».
Precisó que cuando el promotor de justicia concluyó dicha investigación, a él le parecieron serios los antecedentes, por lo que decidió enviarlos a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, la que instruyó un proceso penal -judicial.
SENTENCIA INAPELABLE
«Ese tipo de proceso no se realiza en la Diócesis propia del afectado, o donde los hechos han ocurrido. Sino que se realiza en otro obispado y en este caso, fue en el Arzobispado de Santiago. Entonces ahí se llevó a cabo el primer proceso penal-judicial, pero el sacerdote apeló de nulidad a esa sentencia de primera instancia, llevándose a cabo un proceso de segunda instancia, el que concluyó con la misma sentencia. Por eso es que esta sentencia es inapelable», señaló el Obispo de Aconcagua.
Como se recuerda, el Presbítero René Benavides, ex sacerdote de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima de Los Andes, fue acusado de haber cometido abusos contra menores en los años 90, pertenecientes a la comunidad religiosa de esa parroquia que dejó el año 2005, hechos por los cuales no existía ninguna acusación en la justicia ordinaria.
Consultado el prelado por la postura de la Iglesia frente a esta situación, que no es única, sino que ya son varios los casos en Aconcagua y el país, donde sacerdotes han protagonizado delitos sexuales, señaló que «queremos dar una señal clara de que aquí, en el sacerdocio, no hay cabida para nadie que comete un delito o un pecado de esta envergadura».
Añadió que «estamos aplicando férreamente los protocolo que los obispos nos hemos propuesto en la Conferencia Episcopal de Chile. Y ese protocolo lo conocen, lo manejan, todos los pastores de la Iglesia. Asimismo, estamos teniendo especial cuidado, acompañamiento, en el proceso de iniciación vocacional y acompañando también a los seminaristas, no solo con una buena formación, sino también con una dirección espiritual y una dirección sicológica».
DELITOS GRAVÍSIMOS
Precisó que en el caso de los sacerdotes, se les está haciendo un acompañamiento en sus parroquias, para que si tuviesen más vocaciones, «que ningún sacerdote viva solo». Finalmente, el obispo diocesano manifestó que tanto René Benavides como su abogado, ya fueron notificados de esta sentencia definitiva e inapelable, del Tribunal Canónico. El Obispo de San Felipe pidió perdón a las personas que fueron víctimas de los delitos que definió de ‘gravísimos’, expresándoles su apoyo, lo mismo a sus familias.
«A la comunidad diocesana, nuevamente afectada por episodios que nunca debieron haber ocurrido y que nos avergüenzan, les pido apoyar con su oración y compromiso efectivo, los pasos que la Iglesia ha venido dando para tomar plena conciencia del flagelo del abuso a menores de edad. Prevenir estos abusos es una necesidad de primer orden en nuestro trabajo pastoral y en toda la sociedad», puntualizó Contreras.