Víctima de un paro cardiorrespiratorio falleció al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de San Felipe, Sergio Andrés Olivares Gaete, de 28 años de edad, quien se encontraba cumpliendo una condena de 541 días por el delito de Robo por sorpresa, cuyo deceso se produjo luego que el interno comenzaba a jugar un partido de baby-fútbol en el complejo penal, desplomándose en medio de todos sus compañeros.
El fallecimiento se produjo a eso de las 11:30 horas del pasado sábado 01 de noviembre, en los momentos que Sergio Olivares participaba de un campeonato futbolístico organizado por dicho centro penitenciario. Luego de un precalentamiento, el interno comenzó a desplazarse al interior de la cancha por cinco minutos al inicio del partido, ocasión en que sintió un fuerte dolor en su pecho que lo obligó a dirigirse hacia un costado de la cancha para sentarse.
Según testigos de estos hechos, Olivares perdió el conocimiento, comenzando a presentar convulsiones que hicieron pensar que se trataría de un ataque de epilepsia. Al mismo tiempo otros reclusos requirieron en forma urgente en la unidad de guardia la atención del personal del Samu que a los pocos minutos concurrió hasta la cárcel sanfelipeña.
Los paramédicos le practicaron mecanismos de reanimación para intentar estabilizar a Sergio Olivares, quien prácticamente de manera fulminante falleció precisamente de un paro cardíaco que conmovió a todos sus compañeros que fueron testigos de su deceso.
“Personal del Samu concurre a esta unidad y con los conocimientos que ellos tienen se encontraron con la presencia de un paro cardíaco, por lo que pudimos apreciar estuvieron cerca de 30 minutos practicando la reanimación y luego nos informan que esta persona no tenía signos vitales”, así lo confirmó a Diario El Trabajo el Alcaide (S) del Centro de Cumplimiento de San Felipe, Capitán Cristian Valdés.
Por instrucción del Fiscal de Turno debió concurrir al lugar de los hechos, personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Los Andes, para realizar las primeras diligencias de acuerdo al protocolo establecido: “La causa probable de muerte es un paro cardio-respiratorio, por lo tanto se remite el cuerpo al Servicio Médico Legal, no se observa alguna acción o lesiones atribuibles a terceras personas, se tiene que confirmar de acuerdo a lo que informe la autopsia de rigor”, subrayó el Subcomisario de Investigaciones, Carlos Alegría.
Según se pudo conocer, Sergio Olivares Gaete, domiciliado en la comuna de La Calera, inicialmente cumplía su condena en la cárcel de Quillota, en donde fue agredido en una riña entre internos, recibiendo una herida con arma blanca en la región del tórax, a la altura de su corazón, debiendo ser intervenido quirúrgicamente hace cuatro meses.
A raíz de esta compleja situación en ese centro penitenciario, Olivares requirió su traslado hasta la cárcel de San Felipe, ingresando el pasado 5 de septiembre, faltando dos meses para terminar de cumplir su condena. “Se hicieron todos los esfuerzos, finalmente no se logró que siguiera con vida. Se le comunicó a sus familiares para que posterior a las pericias policiales pudiesen retirar el cuerpo en el Servicio Médico Legal. En la entrevista se le hace ver a su familia la forma del deceso, la que deberá ser corroborada por la autopsia de rigor… La vida humana cada vez que se pierde es una terrible pérdida y esperamos que la familia encuentre el consuelo divino porque no es fácil perder a un familiar”, indicó el Alcaide Cristian Valdés.
Pablo Salinas Saldías