Este sábado celebraron logros del proyecto con la Banda Rebenke:
Un completo revuelo se viene generando desde 2016 en la comunidad de Nueva Esperanza de Quebrada Herrera, luego que un vecino del sector iniciara varios proyectos agrícolas para el uso de su familia, y después los vecinos se fueron sumando a la iniciativa, llegando al punto de realizar talleres sobre temas agrícolas orgánicos como el Compost y Lombricultura, entre otros.
Las cámaras de Diario El Trabajo estuvieron este sábado en ese sector para ver cómo se desarrollaban los talleres y cómo cerraban la actividad con una tremenda tocada rocanrolera al ritmo de la Banda Rebenke. Todo parece indicar que la agricultura orgánica sigue cobrando interés en el campesinado aconcagüino.
VECINOS CONTENTOS
Nuestro medio habló con Marisol Vergara, presidenta de la junta vecinal de Quebrada Herrera, quien nos explicó sobre esta iniciativa: «Aquí el vecino Luis Guajardo nos invitó a participar en unos talleres de lombricultura y compost, en un grupo reducido por el tema de la pandemia. El taller lo hicimos acá en el campo, él nos mostró todo el proceso que tienen las lombrices; los vecinos también contentos porque este sistema lo están replicando en sus casas. Nosotros desde hace algún tiempo empezamos a trabajar con este vecino, quien nos enseñó a reutilizar los residuos orgánicos en el hogar. Empezamos con un tachito verde que nos duró como dos años, ahora empezamos con una huerta comunitaria, esta lombriz californiana la usamos para sacar de ellas un fertilizante que es el humus y Luis es quien ha instalado este sistema acá en su casa», dijo la dirigenta vecinal a Diario El Trabajo.
TODO ORGÁNICO
Nuestro medio habló también con el músico y encargado de los talleres y del huerto orgánico, Luis Guajardo: «Este proyecto está financiado por las mismas ganas de los vecinos, en total son más de siete familias las que estamos desarrollando esta iniciativa desde 2016. Son prácticas del campesinado familiar dirigidas a mejorar su calidad de vida, la mayoría de vecinos acá tienen harta experiencia, hace dos semanas también empezamos a crear una huerta, la idea es que cada familia cultive sus propios productos para el gasto del hogar, son alimentos más sanos pues es una huerta orgánica, y en el caso mío en particular a este campo lo llamamos Campo Queltehues. Las semillas para que este proyecto funcione son semillas aún no intervenidas, las compramos en tiendas especializadas y también de cada cosecha se guarda una parte para seguir produciendo nuestros productos fuera de las empresas de Monsanto», dijo Gajardo a nuestro medio.