RINCONADA.- Después de 11 años de ingresar a sus viviendas por una huella de tres kilómetros, un grupo pequeño de familias de Campos de Ahumada Bajo logra concretar un anhelado sueño que les permitirá dejar atrás los sacrificios y largas caminatas para llegar a sus hogares ubicados en los cerros de dicho sector, lugar donde los vehículos no podían llegar por tratarse de sitios de difícil acceso debido a laderas y pendientes impenetrables.
En el lugar viven las familias Alayana Tapia, Arancibia Pineda, Tapia Gómez, Astudillo Muñoz y la familia Astudillo Alayana, las que por su condición económica no podían pagar maquinarias para convertir la huella en un camino.
Todo nació gracias a un joven que toda su vida ha vivido en Rinconada, quien se une a una familia de San Esteban en el sector de Campos de Ahumada Bajo, quien explica al concejal Herman Guerra y al Alcalde Juan Galdames de la comuna de Rinconada, la gran problemática que mantenía 11 años a estas familias sin comunicación vial.
Gracias al apoyo del municipio de Rinconada, las familias residentes en el lugar se comprometieron con un aporte de $ 600.000 para el combustible de las maquinarias, logrando así el inicio de los trabajos por parte de personal municipal.
Damiana Alayana Tapia, integrante de una de las cinco familias que viven en el lugar, agradeció la excelente disposición que tuvo el Alcalde Juan Galdames Carmona: «La comuna de Rinconada tiene un alcalde de lujo, muy humano y muy solidario; cuando fuimos a conversar con él inmediatamente nos dijo que nos ayudaría a construir el camino. Fuimos muy bien atendidos a pesar de que vivimos en San Esteban». La mujer agradeció a nombre de su comunidad, a los concejales Herman Guerra y Gabriel Bianchinni, además de los alcaldes René Mardones y Juan Galdames.