Fetidez de aguas servidas afecta plantaciones agrícolas de Algarrobal
Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl
Pareciera que el problema de fetidez que emana de las aguas servidas de la población Nuevo Algarrobal, sigue siendo un problema latente y el que necesita ser atendido con prontitud. Pese a que el 8 de mayo de este año la Dirección de Protección y Medio Ambiente (Dipma), había ofrecido públicamente dar una pronta solución al mal funcionamiento del motor de la planta, a casi cuatro meses, la situación continúa igual.
Así lo reportó a Diario El Trabajo uno de los varios agricultores que aseguran salir afectados con las aguas que desde esa planta salen y caen en propiedades vecinas.
«Yo soy un pequeño agricultor el cual vengo siendo afectado desde 2002, por las aguas servidas de la planta de la población Nuevo Algarrobal, los malos olores invaden totalmente mi propiedad y ya no sé qué hacer para que la Dipma me solucione esta situación», indicó a nuestro medio, Luis Antonio Vergara, pequeño agricultor de Algarrobal.
Diario El Trabajo realizó una inspección en las propiedades afectadas, tras nuestra visita pudimos confirmar los depósitos de aguas putrefactas saliendo de la planta, aguas sin tratar y de olor insoportable.
«Yo vengo haciendo denuncias con el Servicio Nacional de Salud y otras autoridades, ellos dicen que darán solución pero hasta la fecha nada han hecho», asegura Vergara.
Buscando respuestas sobre esta situación, intentamos hablar con Edwin Martínez, Director de la Dipma, sin embargo al funcionario municipal no se le pudo localizar.
Según nuestra investigación, en mayo pasado la Dipma habría re-instalado el motor que mueve el disco principal de la planta, sin embargo ese motor no se sostiene adecuadamente y terminó quedando sin uso, afectando así a los agricultores del sector. Una fuente confidencial comentó a Diario El Trabajo que posiblemente en horas de la mañana de este miércoles, ese motor estaría siendo estabilizado para que deje de estar ‘en falso’, y pueda funcionar correctamente.
