Luis Pardo junto a su familia caminando por el centro después de haber asistido a su jornada de terapia.Luis Pardo junto a su familia caminando por el centro después de haber asistido a su jornada de terapia.
  • Luis Pardo debió permanecer intubado largo tiempo tras ser afectado por un violento cuadro de coronavirus que hizo temer por su vida.

El conocido funcionario de la farmacia Cruz Verde de calle Prat con Salinas, Luis Pardo, se recupera satisfactoriamente del cuadro que tuvo de Covid-19, que en su caso reconoce fue muy violento, con vómitos e incluso se perforó un pulmón porque pasó varios días intubado, teniendo que pedir incluso dadores de sangre.

Al conversar con nuestro medio aprovecha para agradecer todas las muestras de cariño por parte de le gente que inundaron las redes sociales con mensajes de esperanza.

Lo encontramos caminando en el centro de la ciudad donde también recibía muestras de cariño por parte de conocidos.

Al comenzar la conversación nos dice que está mucho mejor, “recuperándome con terapia en el IST, ahora vengo del doctor y me encontraron bastante bien porque fui por una inflamación al pulmón, pero él dice que eso va a ir pasando de a poco, así es que bastante bien. Agradecer a toda la gente que rezó, a toda la gente que estuvo preocupada por mi”, dijo.

Cuéntenos cómo le dio el coronavirus.

– Sí, con rompimiento al pulmón, así es, esa es la gravedad. Me operaron, prácticamente esa era la gravedad, el rompimiento del pulmón. O sea, gracias a Dios estamos vivos… hay que dar gracias a Dios.

¿Alcanzó a estar intubado también?

– Sí, estuve intubado, claro dos veces intubado y ahí uno se entrega nomás, entregado… inconsciente prácticamente, así es que gracias a Dios estamos al otro lado.

¿Fue un contagio como le puede ocurrir a cualquiera persona, se sintió mal?

– No, a mí me empezó fuerte altiro con vómitos, náuseas, así es que por eso le pido a toda la gente que se cuide, porque realmente cuando a uno no le da no cree, pero estando en el problema mismo es grave… es grave.

Coméntenos su experiencia al estar intubado, ¿es muy complicado, lo ponen de ‘guata’, hablando en buen chileno?

– Claro, claro, uno cuando ya pasa la gravedad, porque estuve en la UCI, pasa la gravedad, lo intuban a uno, eso para que ellos puedan manejar mejor la situación, prácticamente uno está durmiendo ahí intubado, durmiendo boca abajo, mínimo 10 días ahí nomás, son 10 días, así es que es grave la situación.

En la parte física, ¿cómo queda, un poco dañada también con ese tema del intubamiento en el fondo?

– Sí, yo prácticamente empecé de nuevo a caminar con terapia, empecé de nuevo a caminar, hay que hacer ejercicios de respiración porque uno queda realmente dañado.

Se dice que las cuerdas vocales quedan dañadas con una pequeña disfonía. ¿Qué hay de cierto?

– Sí, bien disfónico, a mí me duró poco porque estuve con fonoaudióloga en el hospital y gracias a Dios me duró poco la afonía.

¿Estuvo sin poder hablar?

– Claro, uno queda con ese problema, pero hay personas que les dura mucho más y como yo que me duró poquito.

¿Cómo es eso de que volvió a caminar?

– Claro, tuve que prácticamente volver a caminar, uno sale después de tanto tiempo acostado, no se puede el cuerpo y las piernas temblorosas prácticamente no puede pararse.

¿Cómo lo hace para comer?, porque de repente hay gente que no puede volver a manipular completamente el servicio, por ejemplo, ¿en el caso suyo cómo es eso?

– Yo desde que salí tengo las manos entumecidas, no puedo destapar una botella de bebida, prácticamente no hay fuerza, pero eso se va recuperando de a poco.

¿Le tienen que dar la comida?

– No.

Dice que hay personas que quedan con las manos muy temblorosas: “Yo quedé con la fuerza en las manos disminuida y como acalambradas”.

¿Qué le decimos a los ‘porfiados’, como dice el doctor Ugarte?

– Realmente hay que cuidarse, uno como ya pasó por esto sabe que el problema es grave, así que le pido a toda la gente que se cuide.

Como decimos en Chile, esto no se lo doy ni a mi peor enemigo.

– Claro ni a mí peor enemigo porque realmente la situación es delicada.

¿Qué opinión le merece que se hayan inundados las redes sociales con apoyo y mensajes de esperanza?

– Muy, muy agradecido por todo eso, porque realmente ahí uno se da cuenta que uno trabajando aquí en el comercio, la gente realmente lo conoce, es mucha la amistad, es mucha, y sobre todo yo muy conocido, un millón de amigos gracias a Dios y se nota el cariño de la gente.

¿Se sintió sorprendido?

– Muy muy sorprendido (se emociona) y cuando salí del hospital (se vuelve a emocionar), había mucha gente dándome la bienvenida, así es que muy feliz de toda la gente de San Felipe por todo eso y uno realmente queda muy sensible, sale muy sensible.

Su esposa aprovechó para dar gracias a las personas que fueron a donar sangre, que superaron la meta, por lo que no quedaron debiendo sangre (se ríen). En general a todas las personas que de alguna manera lo ayudaron espiritualmente.

Mientras tanto su hija agradeció las muestras de cariño por parte de integrantes de su colegio como dice orgullosa el Liceo Bicentenario Cordillera. Porque no sabía si su ‘papito’ iba a amanecer vivo.

Los dejamos que siguieran su camino por calle Prat donde también hubo gente que se acercó a conversar y saber de su estado de salud.

Luis Pardo junto a su familia caminando por el centro después de haber asistido a su jornada de terapia.
Luis Pardo junto a su familia caminando por el centro después de haber asistido a su jornada de terapia.