Continúa drama de extrabajadores del Club Árabe:
En nuestra edición del día 8 de abril del año 2022, dimos a conocer bajo el titular ‘Compleja situación vive grupo de extrabajadores del Club Centro Árabe’, el drama que vivían en ese momento y que lamentablemente siguen viviendo, porque pese a haber ganado un juicio contra la sociedad que administraba el club, hasta hoy no han recibido ni un solo peso.
Volvimos a conversar con ellos, con quienes nos reunimos en la Plaza de Armas de San Felipe. Acá le dejamos la conversación con al menos cuatro extrabajadores.
La primera de ellas es Elizabeth Aurora López López.
– Cuéntenos, ¿sigue como teleserie el tema de ustedes con la sociedad que tuvo a cargo la administración del Club Árabe en San Felipe?
– Claro, desde el año 2020 que se terminó el seguro post pandemia, estos individuos que utilizaban las instalaciones del Club Árabe con una sociedad, cerraron y nos quedaron debiendo los finiquitos y las cotizaciones previsionales, Fonasa, AFP, AFC, lagunas desde ese tiempo y meses atrás también.
Nos cuenta que hicieron una demanda, además de «hablar con ‘Pedro Juan y Diego’ aquí en San Felipe, también con distintos abogados, hemos tocado puertas por todos lados, y siempre se nos cierran en la cara. La última abogada que tuvimos, llegamos a la corte, ganamos el caso, nos entregaron la liquidación total del monto que nos deben (67 millones), y hasta ahí llegamos, según ella no se puede hacer más, que no tienen de donde cobrarse porque no hay plata.
– Había una sociedad, ¿qué se resolvió?, si nos pudieras explicar.
– Era una sociedad que ahora es fantasma, que no tiene fondos, y ahí quedamos, ya no sabemos qué hacer; ahora recurrimos a usted para hacer un llamado a las autoridades que se hagan partícipe de esta injusticia, que nos brinden apoyo, ayuda para poder hacer justicia, recibir lo que nos corresponde, más de 20 años de servicios de algunos de mis compañeros, y es súper injusto que se laven las manos así tan fácil, que anden por la calle libremente, jactándose que no le deben un peso a nadie, es una sinvergüenzura.
– ¿Quiénes son las personas que a ustedes les deben?
– Gonzalo Sabaj Alwyn y Marcelo Sabaj Alwyn.
– ¿Ellos tenían una sociedad?
– Sí, Sabaj Hermanos Limitada, administraban las instalaciones del Club Árabe, tenían como una concesión.
OTRA AFECTADA
María José Reinoso nos cuenta que trabajó 12 años: «Y lo mismo que dijo la Ely, por el tema de la pandemia cerraron sin aviso, ahí quedamos. Empezamos con abogados por aquí, por allá y al final con la última se ganó el juicio, se dio la liquidación, el monto a pagar y todo, y éstos no aparecen, no se presentaron a ningún juicio, no han podido ser notificados, que lo encuentro absurdo también porque están las direcciones, está todo, así es que ahí estamos viendo qué se puede hacer, quién nos puede ayudar.
Reconoce que tiene esperanza de obtener ese dinero, «porque es plata de nosotros, de nuestros años de trabajo, imagínese, no es un favor, es algo de nosotros, nos corresponde», señala.
Nos dice que se los ha encontrado en la calle, «pero ni siquiera miran, nada, dan vuelta la cara».
– Cuéntanos sobre los horarios que tenías.
– Yo entraba a las 11 (AM) salía a las 4, luego entraba a las 7 y de ahí no tenía como un horario específico; a veces a las diez, a las once, doce, a la una, cuando había evento se salía más tarde, a las tres de la mañana, dependiendo.
– ¿Pero eso significaba también pago de horas extras o no?
– No siempre, solamente cuando había evento lo pagaba aparte, pero de quedarte más horas no pagaban horas extras.
– ¿Cómo te sientes con todo esto?
– Es frustrante, yo gracias a Dios igual… pucha algunos de nosotros no está trabajando y espera recibir esa plata, igual les sirve, es plata de uno que nos corresponde por todos los años de trabajo que estuvimos ahí; y bueno, esperemos que con esto, si dan señales de vida con hacerlo público y se comuniquen a ver si nos dan alguna solución, algo.
Ricardo Santibáñez Cartes, también afectado, cuenta que trabajó 17 años. «Ahí, llegamos cuando al negocio no entraba nadie, e incluso conversé con ellos y les propuse que hiciéramos unos menú, como yo trabajé mucho tiempo con Enrique Fernández, un concesionario que tuvimos que no nos quedó debiendo ni un cinco, persona honrada, no como éstos que son unos sinvergüenzas, y tiramos el negocio, llegando a atender a 180 personas. El Gonzalo Sabaj llegó sin nada aquí, lo digo públicamente, si él quiere, como dijo la otra vez que no le debía un cinco a nadie, claro que él debe, y por último llevo mis pantalones bien puestos y se lo puedo decir delante de él, que diga, que llame o que vaya al diario y que diga si no fue él que no tenía nada cuando llegó aquí. Ahora llegó a tener departamento y el tiempo en que fue el finiquito de nosotros, eran como 10 millones, él podría haber pedido un préstamo, cualquiera le pasaba, y habernos pagado, haber llegado a un acuerdo con nosotros, o conversado porque tampoco llevaba pantalones; y el hermano (Marcelo) es un gallo que no vale nada. Yo digo él tiene familia, hijos, señora, que parece también está incluida en esto. Lo único que les digo; ‘nosotros andamos por la calle con la frente en alto, mi hijo con la frente en alto’, pero ellos no, se pasean por la calle, dicen que no le deben nada a nadie.
– ¿Se los ha encontrado en la calle?
– Sí, me los he encontrado, ellos pasan nomás de largo, ellos no miran, como dicen que no le deben nada a nadie.
– ¿Es una situación frustrante?
– Frustrante, penoso, porque mira, uno no puede ni dormir en la noche pensando en todo esto, porque es una plata que le corresponde, por último que ellos nos hubieran pagado o siquiera habernos llamado y haber dicho; «lleguemos a un acuerdo». Intervinieron otras personas, que no voy a decir, pero sí con la entrevista se va a saber, esas personas se van a enterar solas que actuaron mal con nosotros, porque ellos podrían haber hecho otra cosa, habernos ayudado.
– ¿Usted entregó toda una vida?
– Claro, 17 años, había días que salíamos a las 8-7 de la mañana, a las 10 estábamos trabajando y ni eso miraron ellos. Nosotros tenemos familia, imagínese, yo estoy a punto de jubilar, es plata que me está faltando, las imposiciones, usted sabe que aquí en Chile más de 130 mil pesos no sales en jubilaciones, entonces para mí esa platita que me hubieran pagado me hubiese servido, entonces yo le digo a Marcelo y a Gonzalo que se pongan la manito en el corazón, que digan, por último que nos llamen, digan: «saben, les puedo pagar algo», y que no nieguen, y dígale que Ricardo Santibañez que diga si él me debe, pero que me lo diga a mí que no me debe nada, porque él sabe que me debe, 17 años trabajándole día y noche, y al llegar a tener departamentos, casas, porque él no tenía nada cuando llegó.
– ¿Ellos son hermanos?
– Son hermanos, y por último yo digo si tengo un hermano que le pasé un negocio y tengo para pagar, cómo no le prestó plata; y decir que andan con la frente en alto, pero andan escondidos, ellos no sé lo que piensan, pero esto todo en la vida se paga y que piensen que ellos tienen hijos, familia.
Judith López es también otra extrabajadora afectada, nos cuenta que trabajó «casi 5 años, antes de irnos a pandemia yo estaba con una carta de aviso de despido, y cuando empezó ya la pandemia borraron todo el tema de la carta y quedamos acogida al tema de la AFC, y después ya pasó todo y se cortaron los pagos. Ya después ellos se fueron a quiebra y empezamos a buscar ayuda para poder sacar el juicio y de ahí que estamos luchando. Hemos tratado de avanzar, pero al final retrocedimos siempre con el tema de los abogados, no hemos recibido mucha ayuda y ellos están como si nada, no dan la cara, se esconden cuando lo ven a uno, y ya estamos bien colapsados porque encuentro que es demasiado injusto lo que nos está pasando. Yo estoy sin trabajo, tengo muchos problemas, ahora vengo del colegio de mi hijo que está con licencia y yo no puedo trabajar por culpa de eso. Y ya no sé de dónde sacar más recursos para yo poder sacarlo adelante a él, y este tema del Club Árabe podría ser de una gran ayuda, sacar algo a favor de nosotros, dinero, todo eso, y resulta que cuando veíamos una lucecita con la abogada, al final salió todo para atrás.
– Ya ganaron un juicio.
– Exactamente, el juicio está ganado, pero resulta que no sé en qué quedó ahora con el tema de la abogada, estábamos viendo si buscábamos otro, pero resulta que nos cobran y plata nosotros no tenemos, lo primero que hacen es pedir plata y no tenemos como para pagarle a un abogado para que nos ayude en el caso.
– ¿Estamos hablando de los hermanos Sabaj?
– Sí, de Gonzalo y Marcelo Sabaj.
– ¿Se los ha encontrado en la calle?
– Sí, dan vuelta la cara, se esconden, como que huyen, nos ven y es como que ven al demonio y se arrancan, eso es lo que hacen siempre. Yo me los he encontrado aquí en la Plaza, un día me tope a Gonzalo en el supermercado, andaba con los hijos me vio en un pasillo, en un dos por tres ya no estaba, se había desaparecido, me vio a mí… siente como si uno le va a hacer o decir algo, no sé, pero siempre he sentido, nos ven y se arrancan y se esconden, porque la otra vez los trataron de notificar a Marcelo, en su casa, se escondía y no daba la cara, no abría la puerta cuando iban a notificarlos, nunca se presentaron a los juicios tampoco; o sea, en ningún momento ellos han dado la cara para nosotros saber en qué posición están ellos tampoco.
– ¿Cómo la tiene toda esta situación?
– Muy impotente de no poder hacer nada, de que uno haya perdido todos los servicios, uno fue buena trabajadora, que le dio todo a ellos siempre, cuando uno tenía que hacer un reemplazo, decía que sí por una mísera plata, pero uno iba a trabajar, uno siempre estaba ahí dispuesta, y que nos hayan pagado así da mucha rabia todo.
HABLAN LOS DENUNCIADOS
Tomamos contacto con Gonzalo Sabaj y al ser consultado sobre este reclamo, dijo lo siguiente: «Yo tuve el Club Árabe desde el 2004 hasta antes de la pandemia, del estallido social. Yo después del estallido social me fui del club Árabe y vendí mi parte, todo, y no tengo nada que ver con el club de antes de la pandemia; o sea, eso fue el 2018, estamos a 2023; o sea, ellos fueron empleados míos, pero yo vendí todo eso y yo vendí con empleados, con todo, y ellos siguieron trabajando para otra persona, y me dicen ‘pero si usted me contrató’. Sí, efectivamente, yo te contraté, pero saben que yo me fui antes que ellos, que vendí; o sea, tu vendes una empresa y no hechas a los trabajadores y llegan nuevos, siguieron trabajando con otra razón social, con otros dueños, y ellos eso lo saben. Yo me fui antes que ellos, no sé, el club cerró después de la pandemia 2022-21, yo me fui el 2018. Yo no sé por qué hacerme mala fama, ellos saben que yo no tengo nada que ver.
– Hay una demanda contra una sociedad que ganaron ellos.
– Claro, pero si tú ves quien es el dueño de la sociedad, no soy yo, es mi hermano, nosotros vendimos eso.
– ¿No le van a pagar nada ellos?
– O sea cómo voy a pagar algo que yo no debo. Dile que te muestren la demanda y si dice que el representante legal, el dueño de esa sociedad, es Gonzalo Sabaj, publícame en todos los diarios, eso es lo que te pido a ti; en ninguna parte dice Gonzalo Sabaj le debe plata a tal persona, hay una sociedad que se llama Juanito Pérez que yo alguna vez pertenecí a esa sociedad, pero yo no tengo nada que ver, en los papeles tiene que salir claramente quién es el dueño de esa sociedad; o sea cómo me involucran a mí.
También conversamos con Marcelo Sabaj sobre esta situación, quien dijo que los trabajadores debían ir a una representante legal, no a él, porque él vendió la empresa a una sociedad.
Le preguntamos sobre quién era el representante legal de esa sociedad, respondiendo «desconozco eso yo». Tampoco sabe quiénes eran los integrantes de la sociedad, o sea a quienes le vendieron, porque en el momento de conversar dijo que no tenía los antecedentes.
«Sí a mi me citan, a mi me llaman para un juicio, yo me voy a presentar, yo no tengo absolutamente nada que esconder; yo no tengo ninguna demanda en mi contra, nada, ninguna cosa, nunca he tenido».
Recordó que los extrabajadores, trabajaron para él cuando fue representante legal, pero dejaron de hacerlo hace mucho tiempo.
Comenta que luego que ellos pasaran, hubo otro propietario.
La liquidación total de la demanda es de 67 millones de pesos.