- Vecinos denuncian que la propiedad es un foco de delincuencia, drogas y prostitución.-
Graves problemas genera la propiedad abandonada ubicada en la esquina de Avenida Chacabuco con calle Salinas. Actualmente el recinto se encuentra tomado por gente en situación de calle y los vecinos ya no saben cómo frenar lo que ocurre en su interior. Prostitución, asaltos, consumo y venta de drogas, son sólo algunas de las cosas que se han presenciado. La Municipalidad ha declarado que no puede hacerse cargo por ser una propiedad privada, y los dueños no dan respuesta alguna.
La junta de vecinos ‘Orolonco Hermanos Carrera’, ha interpuesto varias denuncias para que el municipio intervenga. Los puntos que resaltan son: Inseguridad, por miedo a que sus propiedades sean robadas; foco de incendio, ya que varias veces la han intentado incendiar, la última vez fue hace tres semanas; y por último, asaltos, debido al conocimiento de la peligrosidad de dicha esquina, los vecinos evitan transitar por el lugar.
A la propiedad se le vincula con una empresa de venta de vehículos, a quien se le ha avisado en reiteradas oportunidades sobre los hechos que han acontecido, y éstos pocas veces se han hecho cargo. Diario El Trabajo intentó contactarse con los dueños de dicha empresa, a lo que no obtuvo respuesta.
Luis Valdés, tesorero de la junta de vecinos del sector, señaló que hace 35 años que existen los problemas con la casa abandonada, porque siempre se ha mantenido abierta y la empresa dueña de la propiedad no se ha responsabilizado. Los propios vecinos han tenido que cerrar y tomar resguardos para que no entre gente al recinto.
«Hemos conversado con la Municipalidad, con Paz Ciudadana, dicen que no se van a hacer cargo de eso porque es un recinto particular; entonces el problema es que en la noche eso se presta para prostitución, gente que roba y guarda su ropa ahí, venta de drogas y muchas cosas más; es un punto negro y estamos cerca de la Plaza, de la Municipalidad», manifestó Valdés.
La propiedad cuenta con un ‘pilar de esquina’, por lo que está declarada como edificio de interés arquitectónico dentro del instrumento Plan Regulador Comunal, y además está reconocida como patrimonio histórico, por tanto tiene un resguardo legal para efectos de su intervención.
Claudio Díaz, director de Obras Municipales, se refirió al caso:
«Lo que sabemos es que es una propiedad que está en abandono, se han generado partes a los supuestos propietarios del inmueble para efectos de que generen las medidas de cierre de la propiedad, pero esto ha sido complejo porque los propietarios no son de la zona… entonces las notificaciones no han sido tan efectivas, pero en este caso le corresponde a ellos el deber de proteger la propiedad y resguardar el uso o deterioro de la misma», señaló.
El municipio ha adoptado desde la Dirección de Seguridad Pública algunas intervenciones. La última fue en el mes de noviembre del presente año, en la cual se cursó una infracción por mantener las malas condiciones en que se encuentra la propiedad actualmente.
Por su parte Hernán Herrera, alcalde subrogante, expresó que conforme a los antecedentes que tiene el Conservador de Bienes Raíces, la casa pertenece a una ‘Sociedad de Inversiones Zulú’, la que se tiene que hacer cargo de todas las externalidades negativas que produce.
Sobre lo que la Municipalidad hace respecto a la propiedad, dijo que «lo que hoy día se está realizando por parte del municipio, es proceder a declararla como propiedad en abandono, y en consecuencia procede una retasación por parte del Servicio de Impuestos Internos respecto al pago de contribuciones de esa propiedad, porque se encuentra evidentemente abandonada», comentó.
Sobre las infracciones cursadas a los propietarios, éstos pagan las multas, pero no se hacen cargo de la conservación de la propiedad, y como la facultad del municipio es limitada, se ha procedido a tramitar la retasación de dicha propiedad.
LOS AFECTADOS
Diario El Trabajo habló con los principales vecinos afectados.
Pedro Moraga, residente que colinda con la propiedad, se refirió al tema: «Yo vivo aquí hace como 50 años, antes los tiempos eran más largos en que la gente no insistía en ingresar, pero ahora no, ahora han quemado la puerta, han entrado por la ventana, quemaron la esquina… yo diría que me siento inseguro porque uno está pendiente, por si hay mucho ruido; yo tengo unos perritos que se asustan y se van a esconder y ladran, pero así me avisan de alguna manera y yo me levanto y salgo a ver», expresó.
Por su parte, el propietario de la empresa Igospel, Walter Lázaro, quien es vecino directo de la propiedad, le preocupa verse afectado por los incendios que han ocurrido en el recinto: «Lo primero que me tiene preocupado es que hace un tiempo eso se quemó, vino Bomberos y logró apagar el incendio, pero esto ha sido muy reiterativo, ha habido varios incendios, entonces tenemos miedo a que traspase hacia nosotros», señaló.
Además recalcó los conflictos que han tenido como vecinos con las personas que se tomaron la propiedad y los robos que han cometido.
«Un día nosotros los sacamos porque estaban haciendo fuego y se pusieron agresivos, nos tiraron piedras, nos amenazaron, incluso a un vecino hubo que detenerlo para que no pasara a mayores… Cuando ellos se tomaron la propiedad, nosotros vimos por las cámaras que esta misma gente entró y se robaron las máquinas, nosotros fuimos a Carabineros, pero al final no se logró hacer nada», declaró.
Ante tal problemática, los vecinos creen que cuando ocurra un incendio en el lugar o encuentren a alguna persona muerta, recién ahí se dará alguna solución; mientras tanto, lidian día a día con el temor a ser robados, asaltados y viendo como se producen las incivilidades e ilegalidades en el sector donde viven.