- Cuando el pequeño se tragó una tapa de un plumón.
Si aquellos que querían conocer a un ‘héroe’ de la vida real, se imaginaron que éstos necesariamente deben llevar capa roja o alguna máscara para ocultar su identidad del público, entonces hoy en Diario El Trabajo nos traeremos abajo esa premisa subyacente del subconsciente colectivo que señala tales parámetros para la figura del verdadero Héroe.
Es la historia de un niño muy inteligente, inquieto y siempre regalón, de esos pequeñitos que lo tocan todo y muchas cosas se las meten en la boca, es la historia de Benjamín Barrera, estudiante de ocho años del curso de 2º Básico de la Escuela John F. Kennedy de San Felipe, quien mientras estaba en clase, empezó a jugar con la tapa plástica de un plumón, sin tomar en cuenta que no debía metérsela en la boca, descuido o travesura que lo puso al filo de la muerte en ese mismo lugar.
«AUXILIO, EL NIÑO SE NOS MUERE»
«Yo estaba impartiendo una clase de Educación Física a uno de los cursos de la escuela, todo iba normal hasta que todos nos quedamos paralizados al ver a una de las profesoras, la maestra de Benjamín, correr desesperada y gritar ‘Auxilio, auxilio, el niño se nos muere’, un electrizante momento que nos puso en jaque», señaló a Diario El Trabajo el Profesor de Educación Física, Leonardo Parra Concha, docente que en ese momento tomó el control de la situación sin vacilar.
Se trataba de una situación de vida o muerte, pues segundos antes el pequeño y travieso Benjamín se había tragado la tapa del plumón, misma que se le atravesó en su garganta y los valientes intentos de su maestra inmediata por hacer que el niño expulsara el objeto invasor no daban resultados.
«Cuando vi que el niño ya perdía el conocimiento y sangraba por la garganta, supe que algo serio estaba ocurriendo, por lo que procedí a ejecutar la Maniobra de Heimlich, que implica un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto, en esta caso por una tapa de plumón», agregó Parra.
Según lo explicado por este diestro profesor, esta es la primera vez en que tiene que realizar esta maniobra para ayudar a una persona y lo hizo exitosamente.
«Yo estaba asustado también, pues no se trataba de un ejercicio de aprendizaje, Benjamín se me podía morir en mis brazos, por lo que me aferré fielmente a lo aprendido en la universidad, como a la tercera vez que le apliqué la técnica, el niño expulsó el objeto y también un poco más de sangre, todos en el patio estábamos felices, porque si no lográbamos rescatarlo del peligro, hoy estaríamos contando una historia muy pero muy distinta», indicó este heroico profesor.
«CREÍ QUE ME MORÍA»
Diario El Trabajo supo lo que pasaba por la mente de nuestro inquieto amiguito Benjamín en esos momentos, pues hablamos con él después que ‘regresó a la vida’.
«Yo recuerdo que estaba jugando con la tapa, intenté tomar aire fuerte para ver si lograba hacer un sonido, pero me la tragué, no podía arrojarlo, estaba muy asustado y me dolía también, vi que la Tía Loretto me daba unos golpes en la espalda, pero no tiene mucha fuerza, al ratito llegó el Tío Leonardo, al tiro me sacó la tapa, le estoy muy agradecido al profesor, porque me salvó la vida», dijo Benjamín.
La Directora de la Escuela John F. Kennedy, Silvia Olguín, explicó a nuestro medio que «me da mucha confianza trabajar con mis profesores, pues todos ellos tienen un alto grado de compromiso con sus alumnos, pues gracias al compromiso en este caso de hoy tenemos a Benjamín corriendo y jugando por los pasillos de la escuela, siendo feliz y creciendo con alegría», dijo Olguín.
El abuelo de Benjamín, Juan Vásquez, comentó a Diario El Trabajo que «estamos muy agradecidos en casa con Dios y el profesor, fue una bendición que él estuviera cerca de mi nieto y que ahora le podamos seguir disfrutando».
En la Escuela John F. Kennedy reciben clases de prekinder a 8º Básico, unos 250 niños; laboran unos 22 docentes y fue fundada el miércoles 20 de octubre de 1965.
Quienes laboramos en Diario El Trabajo hoy felicitamos públicamente al Profesor Leonardo Parra Concha, por su acto de heroísmo y también por ‘devolvernos’ a este pequeñito de una muerte segura. ¡Gracias Leonardo!
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl
AL LEER LA NOTICIA ME EMOCIONE Y SENTI MUCHO ORGULLO POR SER TAMBIEN PROFESORA. SE LA LABOR QUE HACEN Y NO SON BIEN RECONOCIDOS , PERO NO IMPORTA ,PORQUE NOSOTROS LO HACEMOS DE CORAZON.
FELICITACIONES AL PROFESOR LEONARDO PARRA POR TAN MARAVILLOSA ACCION.
Y quien se acuerda de darlr gracias al señor…
ES BUENO QUE SE HAGA PUBLICO ESTAS SITUACIONES , DE ESTE VALIENTE PROFESOR ,ESTAMOS ACOSTUMBRADOS EN LA T.V SOLO DE NOTICIAS TRAGICAS, APLAUSOS PARA ESTE MAESTRO ,SE LO MERECE
Grandeee Papiiiiiii :’) Fuiste eress y seras siempre un gran profesor fuiste un gran padre para todos nosotros el año pasadoooo siento un gran orgullo de decir.. EL Fue Mi Profesor Jefe..
Camila Gomez :’)
Muy felices de haberse salvado nuestro primo quien estuvo a punto de ponerse el traje de palo pero el de arriba algo bueno lo tiene destinado
Que maravillosa noticia… Cuando nos bombardeamos de noticias en donde solo existe violencia realmente es reconfortante leer esto. Mil bendiciones al profesor Leonardo Parra, al alumno y tambien al diario El Trabajo que destaca estas hermosas noticias que nos llenan de horgullo porque todavia existe gente hermosa.
Estar preparado para situaciones como esta puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un niño, gracias a Dios ese profesor que contaba con los conocimientos para realizar la maniobra estaba cerca, creo que todas las personas que trabajan a cargo de niños deberían contar con este tipo de instrucción de forma obligatoria.