Pablo Salinas Saldías – psalinas@eltrabajo.cl
A partir del pasado 7 de julio del presente año, se encuentra firme y ejecutoriada la condena de 12 años y seis meses que deberá cumplir de manera efectiva el homicida Nicolás González, condenado por el horrendo crimen en contra de su ex polola Tamara Lepe Vargas, quien falleció producto de los múltiples golpes de pies y puños que recibió y que costaron la vida además al bebé que la muchacha llevaba en su vientre.
De acuerdo al fallo emitido el pasado 27 de junio por el Tribunal Oral en Lo Penal de San Felipe, al imputado además se le condenó a la pena accesoria de inhabilitación absoluta perpetua para cargos, oficios públicos y derechos políticos, y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares durante el tiempo de la condena como autor de los delitos consumados de Homicidio Simple y Aborto Violento, incorporándose su huella genética en el Registro Nacional de ADN y sin goce de beneficios intracarcelarios.
Desde aquel día tanto la Defensa como el Ministerio Público podían recurrir ante un eventual Recurso de Nulidad de acuerdo a la sentencia establecida por el Tribunal, instancia en que ambas partes no apelaron al fallo, lo que significa que la condena comenzó a ejecutoriarse desde el 7 de julio de este año, descontándose los días que se había encontrado privado de libertad ocurrido los hechos hasta el día del desarrollo del Juicio Oral el pasado mes de junio.
Recordemos que Tamara Lepe Vargas, una joven muchacha trabajadora del Supermercado Líder Express, sufrió alrededor de 50 heridas y fracturas tras el horrible ataque a golpes propinados por su ex pololo, Nicolás González, el pasado 6 de noviembre del año 2011 al interior de su vivienda, donde se encontraba con licencia médica debido a su estado de embarazo. Según el detalle del Médico Legista, las múltiples lesiones contundentes, heridas contusas, pérdida de pelo por fracción, laceraciones en la mejilla y párpados, separación de huesos de la cabeza a la cara, laringe y nariz producto de las fracturas y hemorragias, además de contusiones en los pulmones, destacando lesiones producidas aparentemente por un estrangulamiento manual, que a juicio del perito todo lo descrito provoca el dolor y sufrimiento a una persona a nivel extremo, siendo comparado a lesiones producidas por un accidente vehicular.
Según los antecedentes entregados por los efectivos policiales que estuvieron en el sitio del suceso en calle Hophenblatt de San Felipe, dan cuenta que las lesiones, fracturas y la proyección de sangre en la pared, se trataría de golpes de pies y puños, donde se apreciaba en las fotografías exhibidas en el juicio un rostro completamente desfigurado, envuelto en sangre y múltiples hematomas en el resto de su cuerpo, que no dejaba de impresionar el ensañamiento que tuvo que sufrir Tamara, sin poder defenderse del homicida que resultó ser padre del hijo que esperaba en su vientre, sintiéndose presionado aparentemente a pagar una pensión económica por encontrarse sin trabajo.
FISCAL SATISFECHO
Por su parte el Fiscal Jefe del Ministerio Público, Osvaldo Basso Cerda, señaló a Diario El Trabajo que dentro del rango punitivo del Homicidio Simple, el Tribunal acogió la mayor extensión del delito: “El día 7 de julio pasado venció el plazo para interponer recursos, no se interpusieron recursos razón por lo cual la condena de 12 años y 6 meses quedó firme y ejecutoriada. He tenido la oportunidad de contactarme con el padre de la víctima y después de conversar diversos aspectos, hemos decidido por parte nuestra no recurrir de nulidad. Nuestra teoría y nuestras probanzas iban a tener por acreditado un Homicidio Calificado, ahora bien, el Tribunal resolvió calificar el hecho por un Homicidio Simple, pero dentro del rango punitivo del Homicidio Simple considerando las atenuantes y las agravantes que se acogieron, la mayor extensión del daño causado estamos dentro de una pena alta para lo que es un homicidio simple considerando ya que en Chile la pena de este último delito es muy baja”, concluyó el persecutor.
Una mierda de condena ….