Un acto deleznable fue el que afectó a una comerciante con discapacidad visual en calle Coimas con Prat. Se trata de María Gutiérrez, quien vende humitas en dicha intersección, a quien un desconocido le robó la mochila que mantenía a su costado con diversas pertenencias en su interior. El hecho se registró a mediados de la semana pasada.
Al conversar con ella nos explica que siempre dejaba colgada la mochila junto con su bastón, «y cuando voy a buscar el documento, porque tengo el permiso para ponerlo aquí porque justo venían los carabineros, empiezo a buscar pensando que se había caído. En eso llegó una señora y le pregunté, fueron a preguntar por allá, pensaba que la habían tomado pensando que estaba la plata, pero yo la tenía aquí junto con los documentos. Y se llevaron la mochila con las llaves, tuve que casi romper una ventana para entrar, fue más el daño, el daño que hicieron, no sé qué pretendían sacar», dijo.
– ¿Tenía unos remedios me decía?
– Sí, unos remedios que yo uso para la tiroides, porque yo sufro de eso, y ahora me faltan. Los voy a tener que comprar porque tengo que tomar todos los días esas pastillas porque uno se descompensa.
– ¿Cuándo fue esto?
– El miércoles de la semana que pasó.
– ¿A qué hora fue?
– Entre doce, doce y media.
– ¿Tenía documentos en la mochila?
– Sí, tenía el documento del permiso, tuve que sacar una copia.
Agrega que tenía elementos personales como el cargador del celular: «Menos mal que no tenía los documentos porque ahí sí me joden, pero el permiso sí se lo llevaron».
– Veo que tiene su carrito y su bastón amarrado con una cadena.
– Por eso, porque ya no puedo amarrarlo así nomás, con nailon. Por último escucho yo que me tiran las cosas; con una cadena lo tuve que amarrar porque antes lo hacía con una bolsita o con un alambrito, pero como yo veo se tienen que haber parado ahí y le hicieron así al alambrito.
– ¿Le da pena, rabia?
– Sabe qué, yo digo por qué hacen daño, si es hacer más daño a las personas. Mire yo soy discapacitada visual, yo me esmero por venir todos los días a trabajar, entonces que las personas me hagan eso. Bueno, yo sé que muchas personas me ayudan a cruzar la calle y otras me ayudan cuando yo me equivoco en el vuelto, me dicen ‘la caserita se equivocó’, pero gente que haga cosas así por maldad… maldad para mi nomás, así hay mucha maldad también.