• Aladino Vivanco comparte con nuestros lectores su historia de vida:
POR SU VIDA.- Aladino Vivanco Fuentes, solicita a la sociedad una oportunidad para salir de su condición de calle y conseguir un trabajo.

POR SU VIDA.- Aladino Vivanco Fuentes, solicita a la sociedad una oportunidad para salir de su condición de calle y conseguir un trabajo.

Hoy en Diario El Trabajo publicamos una de esas historias inconclusas, de las que a todos nos gustaría poder conocer el final, ya que hace algunas semanas publicamos también la historia de un gitano que logró aprovechar las oportunidades que le dieron y se convirtió en el primer miembro de su raza en profesionalizarse.

EN PLENA TORMENTA
La historia que hoy compartimos con nuestros lectores es similar, pero lo trágico en este caso tiene que ver con el presente del mismo relato, ya que el entrevistado vive aún en condiciones de indigencia, no ha logrado superar sus propios demonios y en su caso puntual, sufre de alguna dependencia a sustancias psicotrópicas o alcohólicas que le representan, a veces su único refugio emocional para apaciguar la tormenta en la que vive.
Hablamos de Aladino Vivanco Fuentes, quien nació el 19 de agosto de 1966 y desde hace muchos años recorre las calles de nuestra comuna; porque él, si las cosas le hubiesen salido de mejor manera, quizá hoy sería el periodista que redactara este reportaje, ya que Aladino, siempre anheló llegar ser un informador, por ello, por el ‘periodista’ que aún no ha podido ser y porque quizás, con permitir a nuestros lectores el conocer su historia, su vida podría cambiar de manera positiva, también con ello, tal vez él pueda desahogarse consigo mismo para tomar fuerzas y lanzarse por esos sueños personales, empezando por hallar una salida a sus problemas.

LA ENTREVISTA
Estos problemas no son simples, le han llevado a tener que dormir en la calle desde hace mucho tiempo, también sus problemas le llevaron a tener con antecedentes penales, por lo que hoy en Diario El Trabajo buscaremos no juzgar sus actos públicos, simplemente compartir su historia esperando que en algún momento podamos conocer la noticia de un final positivo en la vida de nuestro entrevistado.
– ¿Cómo empieza tu historia y tragedia?
– Nací y me crié en un hogar muy fragmentado por una disfunción familiar muy pronunciada, en Santiago. Mi papá era ateo y alcohólico, él agredía a mi madre y a nosotros sus siete hijos; mi estructura emocional es bastante negativa en mi parte afectiva-familiar, por lo que crecí con un rechazo a buscar hacer una vida normal, sin pautas para casarme ni a tener hijos. Todos crecimos con esas carencias afectivas, lo que significaba el no contar con un padre que te mostrara afecto ni cariño en ningún aspecto de nuestras vidas.
– ¿Fue difícil tu desarrollo escolar?
– Mi escolaridad fue muy complicada. Fui un niño muy desconcentrado, no terminé mi quinto año básico, luego con exámenes libres terminé mi básica, once años después, sólo cursé mi primer de educación media. Yo quería ser comunicador, soñaba con ser periodistas.
– ¿Cómo se pusieron las cosas cuando llegó el Golpe Militar?
– Para el Golpe, hubo muchos allanamientos a familias como la nuestra, yo era como el personaje ‘Coné’, de la revista Condorito, descalzo y con mi camisa al ombligo, la brigadier a cargo de esos operativos determinó que éramos niños agredidos, por lo que a los hijos menores como yo, nos enviaran a hogares de menores en situación irregular, dependiente del Sename (Orfanato).
– ¿Lograste participar en algún curso o capacitación para lograr tener algún trabajo?
– Sí. Hice varios cursos de Primeros Auxilios y de especialidad para atender al Adulto Mayor, yo tenía en ese tiempo como 30 años, cuidé a un par de adultos mayores durante algún tiempo. Años después vine a San Felipe para conocer a la cantante Palmenia Pizarro en uno de sus festivales, la cuestión es que me quedé en San Felipe.
– ¿Enfrentas algún tipo de adicción o problemas de alcoholismo?
– Todas las personas que tenemos problemas familiares como los que yo tengo, nos escabullimos y escondemos en el alcohol, el robo, la marihuana y la pasta base. Yo en mi caso porque siento no tener la capacidad para superar estos problemas. Las ONG que se supone deben trabajar para ayudar a personas como yo, simplemente nos tramitan y no hacen su pega, que es el ayudarnos a una adecuada reinserción laboral adecuada.
– ¿Cómo te las arreglas para conseguir tus alimentos?
– En el asunto de comer y de obtener ropa para vestirme, gracias a que nos soy agresivo ni problemático, la gente me tiene cariño, me alimentan en algún pocillo plástico y me regalan ropa. También me regalan jabón, shampoo, pasta de dientes y ropa.
– ¿Concretamente qué es lo que tú crees que necesitas?
– Yo lo que necesito es que alguna institución me de una oportunidad para poder estar en condiciones de trabajar, porque si fallan las personas normales, ¿por qué habría que suponer que yo falle?, también fallan las instituciones, así que el riesgo de que un empleado falle lo corren todas las empresas cuando contratan a alguien, en mi caso, lo que solicito es válido, creo que nadie me da trabajo si llego a buscar pega, me ven la ropa, medio barbudo, y simplemente optan por decirme que quizá luego me llaman.
Así están las cosas con Aladino, si alguna persona física, institución de apoyo social o religiosa le tiende la mano, quizá entonces podríamos poder contar un desenlace positivo sobre la historia de este hombre, a quien las cosas no le van tan bien como a nosotros, pero que aún no pierde las esperanzas de lograr revertir el trance en el que vive todos los días.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl

DE RODILLAS, PERO NO VENCIDO.- Entre cartones y plásticos; recibiendo ropa y alimentación de los sanfelipeños y a veces en compañía de algunos perros, así transcurre la vida de Aladino Vivanco. Ocasionalmente Aladino duerme en Urgencias, del Hospital San Camilo. (Referencial)

DE RODILLAS, PERO NO VENCIDO.- Entre cartones y plásticos; recibiendo ropa y alimentación de los sanfelipeños y a veces en compañía de algunos perros, así transcurre la vida de Aladino Vivanco. Ocasionalmente Aladino duerme en Urgencias, del Hospital San Camilo. (Referencial)

https://i0.wp.com/eltrabajo.cl/portal/wp-content/uploads/2016/05/Indigencia33.jpg?fit=530%2C350&ssl=1https://i0.wp.com/eltrabajo.cl/portal/wp-content/uploads/2016/05/Indigencia33.jpg?fit=200%2C132&ssl=1Diario El TrabajoComunidad
Aladino Vivanco comparte con nuestros lectores su historia de vida: Hoy en Diario El Trabajo publicamos una de esas historias inconclusas, de las que a todos nos gustaría poder conocer el final, ya que hace algunas semanas publicamos también la historia de un gitano que logró aprovechar las oportunidades...