En este sector se trabaja la lombricultura, donde los alumnos conocen en terreno el proceso que desarrollan las lombrices.

 

En este sector se trabaja la lombricultura, donde los alumnos conocen en terreno el proceso que desarrollan las lombrices.

Desde el año pasado, la Dirección de Protección y Medio Ambiente (Dipma) del municipio de San Felipe viene realizando un interesante programa con algunos establecimientos educacionales de la comuna, con el objetivo de realizar una intervención que apoye y releve los temas ambientales dentro del curriculum y para que los colegios puedan hacer Gestión Ambiental.

El programa contempla un trabajo con las escuelas 21 de Mayo, Almendral, El Tambo y los jardines infantiles Almendrita y el que está ubicado en la población Juan Pablo II, donde se ha estado trabajando con los niños en terreno, donde se cuenta con un espacio educativo, ubicado en las instalaciones de la Dipma, que contempla un área de residuos orgánicos, que es el sector de la lombricultura y de compostaje.

Asimismo, en esas dependencias se realizan talleres con entrega de material audiovisual, donde se trabaja con los niños, además del área de reciclaje de los residuos no orgánicos y también el centro meteorológico, que también es útil para trabajar los contenidos que los escolares trabajan en las distintas asignaturas durante el año.

“Y paralelamente con el vivero que está al frente (de la Dipma) hemos ido generando la idea de los viveros pilotos con los establecimientos educacionales, es decir, poder establecer pequeños viveros, donde aportamos desde este vivero central con especies para que los niños puedan ir trabajando dentro de su malla curricular, la responsabilidad que deben tener con los árboles y las plantas y así instalar una cultura ambiental en San Felipe”, señaló Enrique Barrera, encargado de educción ambiental de la Dipma.

CON TERRENO PROPIO

Según explicó Barrera, para desarrollar esta iniciativa se están recogiendo experiencias que ya existen, como por ejemplo el caso de la Escuela 21 de mayo, que cuenta con un pequeño terreno donde se han ido plantando árboles y se ha ido trabajado con el sistema de riesgo por goteo, además del trabajo de reciclaje que han desarrollado.

“Esa experiencia es la que hemos querido empezar a replicar en los establecimientos de la comuna, el año pasado trabajamos con cinco, y este año queremos integrar cinco nuevos establecimientos más, de tal manera de ampliar la cobertura y atender la demanda que se está haciendo hoy día con un trabajo en educación ambiental concreto y práctico, no solamente en el aula, que puede ser fundamental en términos de los contenidos, pero también ahí se requiere hacer mucha práctica, conocimiento concreto, de tal forma que los niños puedan replicar estas experiencias y conductas en sus casas”, sostuvo Barrea.

La idea es que al final del año los niños puedan llevarse sus árboles y se hagan responsables y que trabajen con la idea de que el árboles es una mascota, a quien se tiene que adoptar y cuidar como tal.

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