Damaris Acevedo, madre sanfelipeña de 21 años que se encuentra actualmente huyendo con sus dos pequeñitas por miedo a perderlas.

Damaris Acevedo, madre sanfelipeña de 21 años que se encuentra actualmente huyendo con sus dos pequeñitas por miedo a perderlas.

  • Cuando las visitaba en casa de Familia Cuidadora.

Mientras medio país aún se estremece con el mediático caso del carabinero José Luis Paredes, quien debió escapar de la justicia y renunciar a su propia institución tras negarse a entregar a una menor a quien crió por dos años, un caso similar se dispara en Llay Llay y San Felipe, en los que figuran como protagonistas principales de esta historia, una joven madre y sus dos hijas pequeñas.

Se trata de una joven madre de 21 años que este martes en horas de la tarde decidió jugarse el todo por el todo y huir dramáticamente con sus hijas ‘Florencia’ y ‘Alison’, de 6 y 4 años, respectivamente, aprovechando el derecho otorgado por el Sename de verlas una vez al mes. Diario El Trabajo habló con la abuela de las niñas.

EL GRAN ESCAPE

Damaris habría aprovechado la última visita en la que tendría la oportunidad de ver a sus pequeñas, las llevó a comprar unas golosinas y puso en marcha su plan: Recuperarlas. Su madre Alejandra Cataldo habló sobre esta odisea.

– ¿Cómo empezó esta historia y por qué las niñas no estaban con su madre?

– «Mi hija Damaris Acevedo, cuando tuvo a sus dos niñas hace varios años, ella era menor, en 2009 ella denunció a su pareja luego de una discusión con él, fue así como hace cuatro años Carabineros se llevó a las niñas por orden del Tribunal de Familia de San Felipe, dándolas al programa FAE (Familias de Acogida Especializada), ubicándolas así en Llay Llay».

– ¿Le dieron el derecho a poder verlas regularmente?

– «Al principio sí, pues desde ese momento mi hija Damaris empezó a luchar por las pequeñitas. Primero el FAE y Familia determinaron que mi hija podría visitar a las niñas dos veces por semana; luego una vez, después una vez por quincena y este año sólo una vez al mes, durante estos años mi hija recuperó sus estabilidad y se vino a vivir a mi casa, desde donde siempre ella estuvo atenta a lo que le faltara a las niñas y sobre todo, a brindarles cariño en cada oportunidad».

– ¿Cómo llega su hija a decidir llevárselas como lo hizo?

– «El Juzgado de Familia le dio a mi hija una clave digital para que ella pudiera monitorear por Internet el caso de sus hijas y poder así enterarse de todo el movimiento del expediente, parece que ella supo que hasta este martes le permitirían ver a las niñas, pues creo que las estaban postulando para darlas en adopción, lo cual, entiendo yo, fue lo que gatilló el habérselas llevado».

– ¿Usted también como madre qué opina usted sobre este complicado asunto?

– «Yo lo que pienso sobre todo esto, es que aquí en Chile las adopciones son un negocio, no sé cómo estará arreglado el asunto, pero creo que es así, esta semana pasaron un reportaje por televisión, en donde mostraron a niños abusados sexualmente y hasta comiendo pan verde, niños a cargo del Sename y eso lo vio todo el país, yo apoyo por eso y por su derecho a ser feliz, a mi hija Damaris por llevarse a mis nietas».

– ¿Usted sabe en qué lugar está su hija ahora?

– «No sé adonde está mi hija, pero como madre que soy de ella, la apoyaré hasta el fin de mi vida, yo haría lo mismo y cualquier madre está en su derecho de llevárselos. Si el Estado pretende ‘venderlos’, yo le pido a las autoridades, a cualquier abogado que lea este reportaje, que me ayuden y que valoren mi caso para solucionar este problema».

Alejandra Cataldo, abuela de las niñas, sólo puede tener contacto con su hija y nietas vía telefónica, instantes en que su corazón de madre se le parte en mil pedazos.

Alejandra Cataldo, abuela de las niñas, sólo puede tener contacto con su hija y nietas vía telefónica, instantes en que su corazón de madre se le parte en mil pedazos.

 UNA MADRE ‘A TODO TERRENO’

Diario El Trabajo logró hablar, vía telefónica, con la madre en fuga, quien desde un lugar que no será revelado, la angustiada madre expresó estar decidida y desesperada también por el infierno que está viviendo.

«Las niñas y yo estamos bien, ellas comen a sus horas, no están pasando frío ni angustia, yo soy la que estoy angustiada, lo único que sé es que seguiré protegiendo a mis niñas y no permitiré que me las quiten. Ruego a las autoridades que me den el derecho a criarlas, son mis hijas, si yo he cometido algún error, con estar lejos de mis hijas creo que ya lo he pagado», comentó Damaris Acevedo vía celular a Diario El Trabajo.

También nuestro medio habló con la Psicóloga Karla Marchant del Programa FAE, quien se limitó a confirmar efectivamente que tenían conocimiento del caso de las niñas, y que ya el FAE había notificado al Juzgado de Familia sobre lo ocurrido. Luego que la abuela de las niñas, Alejandra Cataldo expusiera su historia en Radio 10, fue atendida por la Abogada Marcia Díaz, quien al escuchar en radio sobre este caso, determinó gratuitamente atender y asesorar preliminarmente a la angustiada abuela.

La profesional revisó la carta dejada a la abuela por la hija, misiva en la que Damaris explicaba sus motivos para huir con sus pequeñitas ahora de 6 y 4 años. Siempre con miras a buscar un ‘final feliz’ para las personas involucradas y también de informar a nuestros lectores sobre lo que pueda ocurrir, seguiremos dando seguimiento a esta historia.

Roberto González Short

rgonzalez@eltrabajo.cl

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