Suplicó que lo sacaran antes de morir
La vida de un humilde repartidor de helados se apagó la tarde de este jueves cuando, tras colisionar contra un árbol, su camioneta explotó en llamas.
SAN RAFAEL.- Las metas por cumplir, anhelos, sueños y esperanzas de un mañana mejor que acariciaba Alejandro Israel Arias Cisternas, un humilde repartidor de helados y vecino de San Esteban, se apagaron drásticamente; no así las llamas que consumieron su vida y la camioneta que conducía a la altura de calle Real de San Rafael, a eso de las seis de la tarde de ayer.
El fatal accidente se registró a las 18:10 horas de este jueves, cuando Arias, de apenas 22 años de edad, conducía la camioneta Nissan Datsun, matrícula CZ 39-27. La víctima se dirigía de poniente a oriente por San Rafael y al enfrentar la curva ubicada frente al callejón El Molino, perdió el control, se fue contra la berma y derribó un árbol para terminar volcando.
Las cajas de helados salieron disparadas por la puerta del cajón que las mantenía en refrigeración, mientras que Alejandro luchaba por liberarse de la trampa mortal en que se convirtió la cabina del conductor, pues los metales retorcidos impedían que lograra salir del vehículo.
“Me suplicó que lo sacara”
Al momento del impacto, algunos curiosos se acercaron para auxiliar al empleado de la empresa Sociedad de Alimentos Topsy Limitada que opera en calle Esmeralda de Los Andes.
«“Por favor, le suplico que me ayude, sáqueme de aquí se lo ruego”. Esas fueron las últimas palabras que el joven me dijo, yo le dije que sí, que lo sacaríamos, pero de pronto hubo un chispazo en el motor, el humo comenzó a salir y las llamas se adueñaron del vehículo, el estallido nos hizo retroceder y no logramos sacarlo a tiempo», comentó consternado Domingo Vílchez, última persona que habló con el hoy occiso.
Pocas veces los vecinos de San Rafael sacaron su mejor esfuerzo por un bien común. Los baldes con agua y mangueras conectadas a las casas no fueron suficientes para controlar las llamas que envolvieron la camioneta. Aunque las lenguas de fuego fueron de gran proporción, las mismas no afectaron la vivienda a la que quedó literalmente adherida la camioneta.
Momentos después de que el jefe de la víctima llegó para confirmar la identidad de su empleado, también lo hizo el padre de Arias Cisternas. Las cámaras de Diario El Trabajo registraron el momento en que ambos hombres se fundieron en un doloroso abrazo.
Hasta el sitio del suceso llegaron diferentes autoridades policiales, entre ellos el Subcomandante Marco Gutiérrez de la SIAT, la Fiscal Daniela Quevedo, el comandante Juan Carlos Herrera de Bomberos de San Felipe.