CASTILLO IMPEQUE.- Así lucen ahora muchos de los aposentos del castillo, limpios y sin escombros, como para hacer un asadito.

CASTILLO IMPEQUE.- Así lucen ahora muchos de los aposentos del castillo, limpios y sin escombros, como para hacer un asadito.

La semana recién pasada las cámaras de Diario El Trabajo viajaron a la Hacienda de Quilpué, magnífica construcción de fines del siglo XIX. Este lugar es una verdadera epopeya nacional, por lo que significó y por lo que es ahora. Construida en 1886 y terminada en 1916, fue una réplica a menor escala del palacio de Versalles. Sus suntuosos salones, decorados con valiosos muebles de origen europeo, recibieron a personalidades de la época, como el príncipe de Asturias y el príncipe de Gales. Contaba con más de 100 habitaciones y era empleada para festividades, como la tradicional Fiesta de la Vendimia.
Probablemente este coloso de la elegancia fue un ejemplo más, de esos ostentosos edificios construidos en la época del auge salitrero en variadas localidades de nuestro país. Muchos todavía gozan de buena salud, pero otros desaparecieron, ya fuera por daños en incendios, terremotos o la desidia de sus propietarios herederos de los primeros fundadores.
Este palacio sanfelipeño es un ejemplo más de estos últimos casos. Dañado severamente en el terremoto de 1985, no fue restaurado, sino que se dio orden de demolición. Chile tiene la rara cualidad de deshacerse de sus escasos edificios patrimoniales, que aunque sean de propiedad privada, no tiene interés de preservar.

¿QUIÉN LO LIMPIA?
Aunque creíamos que nos encontraríamos con esas ruinas sucias, llenas de escombros y de triste mirar, lo que encontramos fue una escena diferente, muchos de los aposentos se notaba que estaban limpios, barridos y sin escombros, como que una ama de casa viviera ahí y se encargara de dar limpieza al castillo, pues en las afueras del mismo encontramos grandes cantidades de escombros amontonados, algo está pasando.
Fue hasta la mañana de este sábado cuando descubrimos a los responsables del misterioso proceso de limpieza en el castillo, un grupo de jóvenes sanfelipeños, quienes desde hace un par de semanas se dedican en sus ratos libres, a barrer y remover las piedras y basura del interior del castillo.

GRUPO TODOS SOMOS CASTILLO
«Somos un grupo de amigos de la comuna, nos organizamos y coordinamos acciones a través de un grupo que creamos en Facebook, ‘Todos somos castillo’, ahí nos organizamos y acordamos quién lleva tal o cual herramienta para los trabajos. Nadie nos paga y no buscamos que se nos pague nada, lo hacemos porque este es un lugar, que aunque fue abandonado por las autoridades, sigue siendo un sitio para descansar y venir a recrearse en familia», explicó a Diario El Trabajo uno de los jóvenes voluntarios, Sebastián González.
Una de las chicas que también apoya en este grupo de limpieza, Jenifer López, dijo a nuestro medio que « algunos de nosotros veníamos a carretear al castillo, ahí nació la idea, y nos propusimos que en lugar de ensuciar, queríamos limpiar el lugar, otros amigos se unieron a la idea y así nació ‘Todos somos castillo’ nosotros no queremos que el Municipio ni las autoridades reconstruyan este castillo, no hace falta, así lo conocimos nosotros, y así lo queremos tener».

BUENA INICIATIVA
Ahora cada día más jóvenes se unen a nuestra iniciativa. La basura que estos jóvenes sacan de las ruinas del castillo, la acarrean con carretilla hasta un lugar seleccionado, luego otro voluntario se la lleva con una camioneta. Ojala que iniciativas como estas sean imitadas también por otros sanfelipeños, para que muy pronto este bello lugar sea más limpio y con menos basurales dentro del castillo.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl

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La semana recién pasada las cámaras de Diario El Trabajo viajaron a la Hacienda de Quilpué, magnífica construcción de fines del siglo XIX. Este lugar es una verdadera epopeya nacional, por lo que significó y por lo que es ahora. Construida en 1886 y terminada en 1916, fue una...