Daños, suciedad, cacas de paloma y una pileta sin vida:
Se supone que en cualquier ciudad del mundo el lugar más hermoso, el que genera mayor atracción y orgullo en sus habitantes, es el centro de la misma: sus catedrales, monumentos y por supuesto su Plaza de Armas. Pero eso nada más ‘se supone’, ya que en el caso de San Felipe estos atractivos brillan por su ausencia.
Hablamos de luminarias ennegrecidas por el excremento de las aves; el piso de baldosas negro de suciedad, la pileta principal seca y muy dañada, eso sin mencionar las cuatro estatuas de las estaciones, tenemos una Plaza de Armas tristemente célebre, pues el personal municipal al que corresponde velar por su aseo y belleza en beneficio de los sanfelipeños, pareciera ser que ya no les interesa hacer su trabajo.
La mañana de este martes las cámaras de Diario El Trabajo hicieron un recorrido por esta sucia plaza, hay cables eléctricos sueltos en la pileta seca, no sabemos si tienen electricidad o no, tampoco sabemos qué pueda ocurrir si algún niño sube a la misma y toca esos cables. Las baldosas, en algunas partes de la plaza, están quitadas del suelo, hay estructuras destruidas y a muy mal traer. ¿Quién se interesará de una vez por todas en limpiar a vapor el piso?; ¿cuándo quitarán la caca ya seca de palomas en las estructuras que ‘adornan’ este escenario público?; ¿En qué es más importante invertir los millones del Municipio, en adornos navideños plásticos que sólo brillaron una semana, o en limpiar y embellecer con decoro el corazón de las Tres Veces Heroica Ciudad de San Felipe?
Roberto González Short