Decir que conocemos la comuna de Santa María y no haber disfrutado al menos una de las empanadas preparadas por la conocida ‘Tía Nena’ de San Fernando, sería como pretender vivir en Viña del Mar y no conocer el reloj de flores que adorna la ciudad.
Con miras a destacar la trayectoria como microempresaria de esta emprendedora mujer, Diario El Trabajo visitó ‘El Rincón de Tía Nena’, un refugio culinario donde se cocinan las más ricas empanadas de la comuna.
Pero no sólo por sus empanadas es conocida esta mujer, la ‘Tía Nena’ también es identificada como una líder innata de su comunidad y siempre está sirviendo en proyectos de índole social en el sector de Nieto Sur de San Fernando.
A SOLAS CON ‘TÍA NENA’
Se llama María Elena Galdámez Herrera, tiene tres hijos y desde el año 2000 inició un proceso de liderazgo en la figura de múltiples cursos de superación personal y empresarial, que ella misma se autoimpuso implementar en su vida. Estas ganas de triunfar le llevaron a ganar la nombradía en 2011, de la Microempresaria del Año, a nivel de Santa María.
– La gente dice que usted tiene liderazgo, ¿es verdad eso?
– “Siempre me ha gustado involucrarme en proyectos sociales, no me involucro en la política, pero sí sé ver las necesidades y buscar soluciones”.
– ¿Usted es la mujer que siempre vende empanadas en la plaza de Santa María en un carrito?
– “Sí, yo soy esa mujer, en lo referente a mi carrito de las empanadas, yo amo lo que hago, preparo empanadas de pino, caribeñas, chaparritas y vegetariana, también hago empanadas fritas de pollo-queso, carne-queso y mechada”.
– ¿Usted se ha preparado para realizar las cosas que hace?
– “Bueno, he realizado como catorce cursos, gracias a ellos y a mis ganas de ser útil a mis vecinos, logré ser presidente por varios años de nuestra junta vecinal, ahora ellos me recompensan comprando mis productos, de lo cual gané para dar sostén a mis hijos”.
– ¿Algún sueño le falta por cumplir?
– “Mi sueño aún sin cumplir, es construir un hostal aquí en el cerro, porque regularmente imparto cursos a universitarios de los Estados Unidos, que vienen a nuestra comuna, ellos aprenden a crear las empanadas típicas, pero hasta el momento no he podido atenderlos en un hostal propio”.
Sea por comer sus ricas empanadas o por aprender de su estilo emprendedor de vida, la Tía Nena sigue siendo uno de esos personajes que en cada población deberían existir, mostrando a los demás cómo se hacen las cosas, con su propio ejemplo.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl