- Se hace urgente encontrar una línea definida para poder seguir arriba
Por más que se mire desde una óptica positiva, no es un ejercicio simple intentar encontrar puntos positivos tras la actuación frente a San Luis de Quillota. Terminar valorando un empate en calidad de local, es un serio llamado de atención respecto a que hay cosas que deben mejorar con urgencia, porque de lo contrario, y si no se hacen las correcciones, el equipo estará -en lo futbolístico ya está- lejos de los objetivos planteados para este 2020.
No hay que ser un erudito en el fútbol para saber que este conjunto cuenta con una última línea muy confiable, por lo que es muy claro que cualquier propuesta debe descansar en la seguridad que brindan Andrés Fernández y la zaga.
En la actualidad el problema de Unión San Felipe radica en que le ha costado dar con un juego asociado, privilegiando siempre hacer el desnivel mediante las individualidades. En un deporte tan altamente analítico y estratégico como el fútbol profesional, esa apuesta no siempre resulta, y contra San Luis quedó claro que al rival solo le bastó con ponerse a buen resguardo para aislar a jugadores que por naturaleza son desequilibrantes, como es el caso de Gonzalo Álvarez y Jimmy Cisterna.
Para intentar volver a ser protagonistas es urgente que el equipo encuentre una forma y deje de ser tan errático en la marca, salida y la distribución de los balones, porque no se saca nada con recuperarlos si después se pierden sin pena ni gloria.
Se puede dar como excusa que San Luis está experimentado un alza, pero ese argumento pierde peso si se tiene en vista que San Felipe jugó de local, y en esa condición la obligación es ganar.
