Lo exhiben como a vulgar ladrón por tres desodorantes que compró

PRUEBA CONTUNDENTE.- En esta boleta, tal como lo indican las flechas, se registra el pago de varios desodorantes al supermercado.

Lo que era la fuente laboral para un joven que comienza sus pasos independientes a sus 20 años de edad, se transformó en una pesadilla que tiene traumado a J.A.C.X., quien pidió expresamente que no publicaran su nombre debido a la vergüenza que la situación le causa.

J.A.C.X. trabajaba en Supermercado Santa Isabel de Alameda Yungay de San Felipe como panadero, cuando el día martes terminó su turno y se aprestaba a dejar el recinto. Tras la revisión de rutina, uno de los guardias encontró dentro de su bolso personal, tres desodorantes dos de ellos sin uso.

HUMILLADO.- La madre y su hijo hablaron con Diario El Trabajo tras este humillante episodio al interior de Supermercado Isabel.

Al ser requerido al respecto, J.A.C.X. dijo que los había adquirido. De inmediato el guardia activó un dispositivo por robo, ante lo cual J.A.C.X se defendió pidiendo la revisión de las cámaras ante lo que se estaba transformando en una acusación inesperada. Se le pidió la boleta y J.A.C.X , muy nervioso ya con lo que estaba sucediendo, no la encontró.

Tras esa situación se le escoltó a hablar con el jefe, quien nuevamente lo cuestionó al respecto de la boleta. El joven, quien dice que jamás se había visto enfrentado a una situación de esta índole, especialmente con quienes eran compañeros habituales de trabajo, entró en un estado nervioso que no le permitió encontrar la boleta para comprobar la compra, a pesar que siempre las guarda. En seguida el jefe ordenó la presencia de Carabineros, que cuando llegaron procedieron a esposarlo. No suficiente con esto, se le obligó a transitar esposado por las cajas y frente a toda la gente que compraba, lo cual le causó una vergüenza insospechable. Pero lo peor vendría posteriormente, ya que en pleno desarrollo de la detención se presentó su madre, observando la actitud denigrante con la cual se trataba a su hijo. Debido a que la mujer había sido quien había acompañado en la compra de los desodorantes, también alegó que existían boletas de compraventa y con más calma las encontró en la billetera de su hijo, comprobando que los tres desodorantes habían sido adquiridos, dos en el Santa Isabel y el tercero en otro supermercado. Ante esta evidencia la actitud policial dejó de ser tan brusca y el cuerpo de guardias y la gerencia entraron en lógicas contradicciones. Sin embargo el proceso judicial debe continuar y por lo tanto el joven fue trasladado a un calabozo, donde estuvo dos horas y media para luego ser liberado con citación a los tribunales.

Cabe destacar que para J.A.C.X. la situación escapó a toda lógica, especialmente cuando los responsables de perpetrarla eran sus compañeros de trabajo. A raíz de esto dice sentirse humillado públicamente y traumado, no descartando recurrir a acciones legales del tipo civil para requerir una indemnización, entre ellas disculpas con publicidad, ya que a su entender, las personas que lo vieron esposado ya lo individualizaron como un delincuente, y ese daño es moral y calumnioso con publicidad.

Diario El Trabajo habló vía telefónica con Luis Ibaceta de Supermercado Santa Isabel, quien declinó entregarnos información sobre el status laboral del joven afectado, esto en el sentido de confirmar si el mismo continúa o no laborando en dicha empresa.

En el transcurso de ayer miércoles, este ex panadero de Supermercado Santa Isabel, habría efectuado un Auto despido de dicha empresa, acción que realizó asesorado por la oficina de la Inspección del Trabajo de San Felipe.

Roberto Mercado Aced