Una vez más, y por segundo año consecutivo, Unión San Felipe sorprendió al medio local y nacional, al informar el cese de su entrenador de turno. Esta vez, el afectado fue el argentino Juan Manuel López.
Si bien es cierto era esperable que el ciclo del joven coach llegara a su fin una vez que el torneo culminara en su fase regular, igual causó impacto la noticia que los albirrojos cambiaran entrenador para la liguilla por el ascenso.
Esta vez la decisión de la dirigencia unionista tiene cierto sustento debido a los pobres números que tuvo mientras estuvo al frente de un grupo de jugadores muy difícil, que por momentos mostró una nula intención de ‘mojar la camiseta’, situación que los hinchas más críticos no dejaron pasar por alto en el partido contra Puerto Montt.
Para resumir los pobres números de López, basta remitirse a los últimos diez encuentros. De 30 puntos posibles sacó 6, y en los últimos seis pleitos marcó un solo gol.
Los más críticos de la salida del profesor trasandino, dicen que la culpa no es de él, sino de los jugadores, que simplemente le habrían ‘hecho la cama’, ya que nunca les gustó su estilo de conducción, a lo que se sumó el hecho no menor de que hubo conductas y actitudes poco profesionales por parte de algunos de ellos que provocaron un quiebre al interior del grupo.
Como sea, al cierre de la presente edición de El Trabajo Deportivo, aún no se daba a conocer el nombre del nuevo jefe técnico. Los que suenan fuertes son: Víctor Rivero e Ítalo Pinochet, quien ha brillado como coach en la Tercera División.
