Claudia ayudando a su hija Matilde aponerse de pie. (Foto cedida por la familia)Claudia ayudando a su hija Matilde aponerse de pie. (Foto cedida por la familia)
  • Pese a tener 100 por ciento de discapacidad, la joven de 21 años de edad además no recibe pensión de ningún tipo por parte del Estado.-

Indignada hasta decir basta se encuentra Claudia Keil Allende, porque su hija Matilde Contreras, de 21 años de edad y con un 100% de discapacidad, sigue apareciendo en los registros del Servel como habilitada para sufragar, teniendo en cuenta la tecnología existente el día de hoy que la información debería estar cruzada entre todos los organismos públicos. Además se siente muy discriminada porque por el Registro Social de Hogares, su hija simplemente no tiene una pensión por su discapacidad.

En conversación con nuestro medio nos dice que su hija es 100% dependiente , está en un colegio especial en Los Andes y la inquietud empezó porque un apoderado «me llamó para consultarme qué había hecho yo con el tema de mi hija por el asunto de las votaciones, porque como ya Matilde tiene 21 años y porque su hija aparecía habilitada para sufragar, entonces yo le comenté: ‘Bueno, debe tener el carné de discapacidad’,  y se supone que con eso uno ya tiene eximido el tema; o sea, no debiera estar habilitada por su condición. Porque además en su colegio donde está la Matilde, es de condiciones múltiples, síndrome de Down, etc.. un montón de condiciones. El tema es que de pronto me causó duda y yo ingresé el Rut de mi hija al Servel y aparece que Matilde está habilitada para votar, está asignada su mesa y el colegio que es en la Santa Juana. Frente a esto yo me espanté porque mi hija no es una persona que sea  consciente de su entorno y además es 100% dependiente; o sea, ella no hace nada sola, todo está con asistencia en el colegio y en la casa por mí, entonces encuentro absurdo. La Matilde está con su carné de discapacidad, incluso su carné dice 90% de discapacidad y no tiene vencimiento, porque también esa es otra cosa, que yo me sorprendí que los carnés de discapacidad tienen vencimiento. Hay niños que tienen síndrome de Down y tiene vencimiento, no sé en qué minuto cambiará su condición, pero esas son otras cosas que uno va descubriendo con el tiempo. Frente a eso yo me sorprendo, porque se supone que todo está en línea, entonces a qué me enfrento yo, a que el día de mañana a Matilde le llegue una citación o una multa por no cumplir con su deber cívico», dice.

¿La ‘indignación’ suya es porque hoy, habiendo tanta tecnología, no haya esta información cruzada y aparezca habilitada cuando debiera aparecer inhabilitada?

– Exactamente, inhabilitada, porque se supone que nosotros estamos empadronando, digámoslo así, a los niños con discapacidad, y se supone que todas las entidades tienen que estar en línea; o sea, yo voy, le saco el carné de identidad a mi hija y en él dice «no firma» porque su condición es diferente.

No vota porque usted dice  que no puede tomar ni siquiera un lápiz.

– O sea la Mati no sostiene ni un lápiz, yo le tengo que dar de comer. Mi hija no controla esfínter, es una guagua grande, ella no tiene motricidad física.

¿En el colegio cómo se desenvuelve?

– En el colegio es distinto porque ahí tiene una asistente le da las herramientas. Ella está en un taller laboral, que así se llaman por su edad, y las profesoras están adecuadas a la condición de cada niño, es un taller multiretos. Por ejemplo en el curso de mi hija tienen dos niños que son postrados; una niñita que tiene la misma edad de la Mati que tiene una condición un poco más severa, porque mi hija por último yo la levanto y la hago caminar, tiene patrón de marcha y todo, hay otros niños que ni siquiera pueden levantarse de sus sillas de ruedas. En el colegio todo el apoyo, todas las herramientas que tienen ellos me ayudan con la Mati, esa es una tranquilidad para mí.

 

NO RECIBE PENSIÓN

También nos conversaba sobre una situación que puede ser discriminatoria, porque usted es cuidadora, sabemos que ninguna recibe dinero, pero tampoco su hija recibe una pensión.

– No, mi hija tampoco recibe una pensión por el tema del Registro Social de Hogares. Porque a la Matilde yo comencé, cuando volví a San Felipe, a tramitarle su pensión antes de los 18 años, y me dijeron que no, no calificaba porque estaba en el porcentaje más alto de los ‘ricos de Chile’. No sé como lo clasifican y me dijeron pero  a los 18 años la Matilde por derecho propio debiera recibir su pensión, y en el minuto que la Matilde cumplió los 18 años yo fui a tramitar la pensión y me dijeron que no, que en esa época estaba en el 70% más rico de Chile. Luego bajaron un poco el tema, así es que no calificaba, seguí con el tema, seguí averiguando y todo el mundo me decía que por derecho propio ella tiene que tener una pensión. Insistí, insistí y ahora volví a insistir. Mi hija antes estaba en Isapre, era carga de su papá; las condiciones cambiaron y a ella la tuve que sacar de la Isapre porque cuando yo fui a hacer nuevamente el tema de la ficha social, que la gente de ahí me atendió súper bien, yo no tengo nada que decir, pero no es la gente que atiende, no es la persona sino las leyes, las normas que tiene este país, que es súper discriminatorio. Ellos dicen: «No, nosotros queremos igualdad para todos», pero la inclusión no existe, la igualdad para todos no existe porque ya lo ves mi hija… pude que yo tenga un poco más de recursos frente a otras familias, pero yo soy de clase media.

¿Pero es ella su hija?

– Exactamente, yo soy de clase media, tengo 52 años, mi hija 21; tengo un hijo de 12 años que yo no le voy a pasar la carga económica para que el día de mañana, cuando nosotros no estemos, él tenga que además de la carga emocional que tiene los familiares con niños con discapacidad, con personas que hay que darles cuidado, más encima entregarle una carga económica, no es justo. Tampoco tengo la capacidad de ahorro para decir «voy a ir ahorrando esta plata», porque cuando la tuve el tema económico aquí en Chile cambió  y yo tuve que recurrir a esos ahorros. Entonces nosotros nos sentimos súper discriminados… súper discriminados en la parte educacional, en la de pensiones. En la parte educacional lo digo no por los colegios, sino por el sistema que tiene el ministerio de entregarles a las escuelas especiales, ahora son regular básicas que es un absurdo, libros que entregan a las escuelas regulares; hay muchos niños que no pueden leer, no saben escribir, que no tienen las condiciones ni físicas ni mentales para hacerlo, entonces les entregan estas herramientas que nos les sirven a todos. Hay niños que sí logran escribir, leer, pero del 100% es el 10%, el resto queda con los materiales que uno entrega.

Importante decir que esta entrevista es porque usted quiere que se visibilice y que la opinión pública conozca el drama que vive usted y que pueden estar viviendo varias familias.

– Sí, y yo ahora por ejemplo preguntando, yo tengo una amiga que su cuñado tiene síndrome de Down, que es adulto y que su mamá tiene que ir a hacer el trámite siempre porque también sale habilitado para sufragar. Ahora también respeto a los papás que quieran llevar a sus niños a ejercer el derecho cívico, pero pensemos en la política, las personas, se duplica ese voto con alguien que no está consciente del entorno, entonces hay hartas cosas, pero a mí lo que me interesa es que se visibilice y que empiecen a haber leyes, reglas y normas para la gente con discapacidad mental. La discapacidad física la estamos viendo en las vías, calles, la gente te está dando la pasada y todo, pero el resto que somos minorías quedamos a un lado, en el patio trasero.

¿Algo más que agregar sobre esto?

– Solamente que las personas que hacen las leyes, políticos, todas estas personas se fijen en las realidades, no que lo miren de afuera, sino que hablen con la gente que estamos viviendo esto… eso es lo importante.

Claudia ayudando a su hija Matilde  aponerse de pie. (Foto cedida por la familia)
Claudia ayudando a su hija Matilde aponerse de pie. (Foto cedida por la familia)