En el auditorio de Puerto de Valparaíso se dio a conocer el rol que le corresponde a la Agencia de la Calidad de la Educación, como parte del Sistema Nacional de Aseguramiento de las Calidad (SAC), el que también integran el Ministerio de Educación, la Superintendencia y el Consejo Nacional, y que tiene como misión velar porque todos los niños y jóvenes de Chile puedan acceder a una educación equitativa y de calidad.
Su Secretario Ejecutivo es Carlos Henríquez (su familia reside en Putaendo), el cual informó que este era un hito importante para impulsar la calidad, en el contexto de la ley que creó el Sistema de Aseguramiento y que con esta marcha blanca, todo el año 2015, inicia un proceso de despliegue como sistema, articulando sus dispositivos en función de orientar y apoyar a las escuelas, impulsando trayectorias de mejora en cada establecimiento educacional, y que las escuelas puedan desarrollar un plan estratégico, que funciona como eje articulador en su ruta de construir una educación integral de calidad.
Dentro de este sistema de aseguramiento, la legislación vigente (Ley N°20.529), define la ordenación de escuelas en cuatro categorías de desempeño a partir de sus resultados de aprendizaje y otros indicadores, como convivencia escolar, vida saludable, autoestima académica, asistencia entre otros. El sentido de este proceso es que sea un primer paso en el camino de contar con una evaluación más integral de la calidad de la educación impartida en las escuelas y en ese sentido su objetivo central es entregar información útil para el mejoramiento de la gestión escolar.
En ese contexto, a partir del día 2 de diciembre cada director y sostenedor recibirá una carta con la categoría de desempeño de cada colegio, y acceso al detalle de sus resultados a través de un portal web de acceso privado, como insumo para revisar su diagnóstico institucional y proyectar acciones de mejora, en conjunto con la comunidad educativa (consejo escolar, consejo de profesores, otros). Este es el inicio de un conjunto de interacciones entre el Sistema de Aseguramiento y las escuelas, especialmente aquellas con más bajo desempeño, entre las cuales se cuentan visitas de evaluación y orientación, apoyo por parte del Ministerio de Educación, orientación e información por parte de la Superintendencia entre otros.
El foco de este proceso es aportar a la implementación de trayectorias de mejora en cada establecimiento educacional, y por lo mismo este proceso de marcha blanca no tiene ningún tipo de consecuencias para las escuelas y sus sostenedores. La calidad educacional, va más allá de las pruebas estandarizadas de Simce y PSU, es necesario ampliar la mirada en cuanto a evaluación.