Carlos Fuenzalida Arratia fue sepultado en Putaendo:
Con hondo pesar y entre muchos sollozos, amigos y familiares de Carlos Humberto Fuenzalida Arratia, de 73 años de edad, lo despidieron la tarde de este sábado a su última morada en el Cementerio Parroquial de Putaendo, luego que ‘Alma Pura’, como era conocido don Carlos, falleciera la tarde del jueves tras sufrir un accidente laboral en ‘El Pantanal’, una de sus propiedades en el pasaje Corea sector Borde Estero Quilpué, en Villa Argelia.
La trágica noticia enmudeció a muchos e hizo llorar a sus más cercanos amigos y también a sus familiares, quienes aún apenas logran digerir el amargo trago. El velatorio y funerales se realizaron en una de sus viviendas, ubicada en Dos Norte 96, Población Santa Elisa.
HOMBRE DE ESFUERZO
Diario El Trabajo habló con uno de los yernos de ‘Alma Pura’, José Araya, esposo de Mónica, hija de Carlos. «Les puedo decir que mi suegro y amigo Carlos con mucho esfuerzo logró formar y sacar adelante a toda su familia, fue un hombre sacrificado y de mucho trabajo, toda su vida la dedicó al mundo del ripio a la arena a los trabajos de construcción, al transporte a la maquinaria, con su familia él siempre estuvo en ese rubro».
– ¿Cuántos hijos tuvo don Carlos?
– Él tuvo varias hijas, sólo un hijo varón: Pamela, Mónica que es mi esposa, Ana María, Roxana, Angi, Carlitos y la Paty. Carlos era quien laboraba con él directamente en terreno con la maquinaria y el transporte, Carlos Fuenzalida contaba también con sus hermanos.
– ¿Cómo ocurrió este fatal accidente?
– Yo quiero aclarar que el accidente ocurrió cuando la pala cayó sobre él, la pala no le golpeó la cabeza, más bien fue su pecho y abdomen donde golpeó la pala, lo que pasó es que una de las cuñas que él había puesto, se bajó la pala y lo apretó en la parte abdominal lo cual le provocó un derrame interno, lo que no pudo superar, causándole la muerte en el lugar. Él fue muy tranquilo, apasionado por sus máquinas, buen amigo, buen padre, sacrificado.
– ¿Cómo era él fuera de su tiempo laboral con ustedes la familia?
– Él y yo aparte de ser mi suegro, éramos muy buenos amigos, le encantaba jugar dominó en familia, le encantaba visitar las playas y también tenía su cabañita allá.
– ¿Por qué fue sepultado en Putaendo?
– Allá está sepultada su madre, Hilda Arratia, su ‘MamiHilda’ como él la llamaba, él nos dijo que quería ser sepultado a su lado el día que correspondiera.
Roberto González Short