Una tormentosa noche de violencia y ultrajes vivió una mujer y sus dos pequeños hijos, tras ser víctimas de amenazas de muerte hacia ella por parte de esposo y ahora imputado por Violación, quien, según las declaraciones de una de sus hijas de apenas 12 años, él la habría violentado sexualmente, obligándola a realizar crueles actos de connotación sexual cometidos al interior de una vivienda ubicada en Villa El Salitre de la comuna de Llay Llay.
LOS HECHOS
La cronología de estos hechos comienza cuando el imputado, identificado como Abel R.J. de 43 años, quien se desempeñaba como electricista en una minera en el norte del país, se encontraba con sus días de descanso en su domicilio. Según se pudo conocer, durante el día domingo estuvo compartiendo con sus dos hijos mellizos (niño y niña) de doce años de edad, los cuales señalan que aquel día su progenitor estuvo bebiendo cerveza en grandes cantidades, mientras disfrutaban un día de paseo familiar, incluso ver juntos un partido de fútbol trasmitido por televisión.
Hasta ese momento todo se desarrollaba en la más completa calma, hasta que al caer la noche, Abel llegó hasta su domicilio completamente ebrio, donde sostuvo una acalorada discusión con su esposa, acusando una aparente infidelidad mientras él se encontraba a kilómetros de distancia en su trabajo. El altercado fue de proporciones ya que el sujeto habría comenzado a romper y arrojar lo que encontraba a su paso, encolerizado por los supuestos actos que cometía su mujer, mientras los menores eran testigos de este enfrentamiento entre sus padres.
En ese momento la hija de Abel se acercó a su progenitor para tratar de intervenir en la reyerta, la que habría sido manoseada por el acusado frente a su esposa, quien le recriminó estos actos, lo que motivó a que Abel se dirigiera hasta la cocina para tomar un cuchillo y lo pusiera sobre el cuello de su mujer, amenazándola de muerte, insistiendo en su tesis de la infidelidad.
La niña consternada por la violenta escena entre sus padres, se interpuso entre sus progenitores siendo alcanzada por un golpe del violento padre en su rostro. En esos momentos, cuando los arrebatos del hombre ya no tenían límite, la madre de los menores decidió abandonar el domicilio para dirigirse hasta la Subcomisaría de Llay Llay y pedir auxilio por lo sucedido.
EL ATAQUE
Desafortunadamente los niños quedaron solos con su padre, quien aprovechó la instancia para ordenar a su hijo que saliera de la vivienda, cerrando la puerta y posteriormente trasladar a la niña hasta la cocina, y así realizarle tocaciones en sus partes íntimas y no conforme a estas vejaciones, violarla bucalmente.
Tras el incesto, la madre de los menores llegó hasta su casa en conjunto con Carabineros, observando a la menor sentada, llorando, manifestando de inmediato las atrocidades a las que fue sometida por su padre, quien fue detenido por los efectivos policiales.
Por instrucción de la fiscalía, el caso quedó en manos de oficiales de la Brigada de Delitos Sexuales a Menores de la Policía de Investigaciones de Los Andes, quienes realizaron los peritajes correspondientes, levantando evidencias como una toalla con fluidos corporales en el sitio del suceso, misma que será periciada para establecer el ADN.
Asimismo en un centro hospitalario la madre y su hija, víctimas de estos hechos, fueron diagnosticadas con lesiones de carácter menos graves para luego relatar en detalle a los policías junto al otro menor involucrado, los sucesos que había cometido este sujeto.
HABLA LA NIÑA
La niña de 12 años confesó a los efectivos policiales las perversiones a las que fue sometida mientras su madre pedía ayuda a Carabineros, manifestando que en otra circunstancia ya había sido abusada sexualmente por su padre, a quien temía delatar por su constante personalidad violenta que tenía con su mamá, siendo testigos con su hermano de episodios de violencia intrafamiliar.
El Fiscal Osvaldo Basso lo formalizó el día de ayer lunes por dos delitos de Lesiones menos graves hacia su esposa e hija, además de Amenazas simples y Violación impropia contra su hija de doce años, requiriendo ante la Magistrado Rocío Oscariz Collarte, la máxima cautelar de Prisión Preventiva, por representar un serio peligro para las víctimas y el resto de la sociedad.
Tras un largo debate entre la Defensa y el Ministerio Público por las serias acusaciones, el tribunal concluyó que los tres testimonios de la esposa y sus hijos en contra del imputado, eran coincidentes con la cronología de los hechos y no restaban credibilidad hacia las afectadas, por lo cual ordenó su ingreso al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes para que cumpla por 120 días de investigación la cautelar de Prisión Preventiva.
“Pudimos sustentar los antecedentes y fundamentos suficientes para hacer valer ante el tribunal que éste decretase la cautelar de prisión preventiva contra el imputado, porque estimamos que su libertad es peligrosa para la seguridad de la sociedad y un inminente peligro de fuga, además de claro y serio peligro para la seguridad de las víctimas”, afirmó el Fiscal Osvaldo Basso a Diario El Trabajo.
El persecutor señaló que las penas que arriesga el imputado por el delito de Violación parten desde los cinco años y un día a 20 años de cárcel, mientras que los delitos de Lesiones menos graves y Amenazas la ley establece penas desde los 61 a 540 días de presidio.
Pablo Salinas Saldías