Ministro Golborne echó a andar 23 pozos en Curimón para alimentar al río Aconcagua

Los pozos están suministrando más de tres mil litros por segundo adicionales al cauce del río Aconcagua.

Este miércoles se dio inicio a la operación de 23 pozos en el sector de Curimón, los que están suministrando más de tres mil litros por segundo adicionales al cauce del río Aconcagua.

La actividad, que comenzó con algunos minutos de retraso, contó con la presencia del ministro Laurence Golborne y autoridades regionales, provinciales y comunales.

El agua que comenzaron a suministrar los pozos ayudará a mitigar de manera importante la falta del vital líquido a través de toda la cuenca del Aconcagua, aunque no resuelve los problemas puntuales de cada uno de los regantes que se ven afectados por la falta de agua, sin embargo al tener un mayor caudal sobre el río el río Aconcagua, se puede distribuir ésta de manera más equitativa a los distintos regantes, explicó el Ministro.

«Esta agua va a ayudar a que la escasez hídrica que tiene el valle de Aconcagua, sea un poco menor, y tiene que ser utilizada en forma equitativa y en forma adecuada, para ello se hizo un acuerdo con todos los regantes de las distintas secciones del río para utilizar esta agua en base a ciertos protocolos, que aseguren que los regantes de la tercera sección, de la segunda sección tengan el agua que necesitan para la subsistencia y para el uso adecuado de este vital elemento».

Sin embargo el ministro señaló que el cumplimiento de ese acuerdo no ha sido el óptimo en la segunda sección del río, afectando a esa sección y a la tercera, por lo que el ministerio se encuentra monitoreando día a día esa situación y en los próximos días se va a analizar el acuerdo del uso de esta agua, y en caso de que no se respete el acuerdo entre las partes y no haya un adecuado uso del agua, el ministerio está en condiciones de intervenir el río.

«Nosotros tenemos la obligación de cautelar que el agua que se está distribuyendo a lo largo del cauce del río Aconcagua, sea utilizada por todos los regantes que tienen derecho de esta cuenca, la intervención significa que tomamos el control del río y todo el manejo de sus compuertas. De esta manera el ministerio de Obras Públicas, a través de la División General de Aguas, opera el río y lo controla adecuadamente, asignando las cotas de agua que así correspondan», señaló Golborne.

La autoridad reconoció que se trata de una medida extrema a la que no esperan llegar, pero que se implementará si los incumplimientos persisten.

«Y en esta materia tenemos la firme decisión de hacerlo y las condiciones técnicas ya han sido adoptadas para hacerlo en forma adecuada, asegurando la operatividad del cauce del río».

Golborne además destacó que los pozos se están poniendo en marcha gracias a la contribución que ha hecho la división Codelco Andina, contando con una inversión total de 3 mil 364 millones de pesos, de los cuales prácticamente la mitad ha sido financiada por Codelco.

El ministro además recalcó que el martes se enviaron dos proyectos al parlamento, en relación a la administración del agua en el país. Uno de ellos apunta a la regularización de los derechos de agua de las distintas comunidades de regantes, donde se les faculta para que puedan hacer los trámites evitando que cada uno de los regantes por separado tengan que hacer los procedimientos, con la consiguiente recarga monetaria.

En tanto el segundo proyecto está enfocado en prevenir el robo de agua, un tema que el ministro señala que deben atacar con fuerza dada la escasez hídrica que está viviendo el país.

«De esta manera queremos con estos proyectos aumentar la penalización de la ley en materia de robo de agua, hoy día una persona que roba agua tiene una multa de hasta 400 mil pesos, con la nueva legislación esperamos que esa multa llegue a 200 millones de pesos. Del mismo modo la penalización por el hurto de agua puede llegar hasta 500 días de presidio, con la nueva legislación esperamos que ésta llegue a 3 años en casos normales y a 5 años si incluso hay uso de violencia en estos procesos de robo de agua, de manera tal de desincentivar activamente esta práctica que hace tremendo daño a los agricultores».