Los vecinos junto al alcalde realizaron un recorrido por el lugar para conocer dónde se emplazará la pasarela y cuál es la afectación que esto producirá a los vecinos.Los vecinos junto al alcalde realizaron un recorrido por el lugar para conocer dónde se emplazará la pasarela y cuál es la afectación que esto producirá a los vecinos.

A petición de vecinos del sector de Llayquén:

  • Si no se logra un proyecto que deje sin efecto expropiaciones a vecinos del lugar, Municipio tras un acuerdo de concejo, pedirá dejar sin efecto la ejecución de las obras.

PANQUEHUE.- El testimonio de varios vecinos fue claro y preciso: «hemos esperado casi 20 años por tener una pasarela peatonal, incluso nuestros padres murieron esperándola, y hoy cuando esto se concreta, nos enteramos que la obra requiere expropiacion, cosa con la cual no estamos de acuerdo».

Con el objetivo de llegar a un entendimiento con los vecinos del sector de Llayquén, específicamente quienes viven a un costado de la actual Ruta 60 CH, el alcalde Gonzalo Vergara acompañado del concejo en pleno, sostuvo una nueva reunión de socialización con parte de la comunidad del lugar, cuyo objetivo fue claro y preciso, saber de parte de funcionarios del MOP, si la obra podrá ejecutarse con una serie de modificaciones y que no afectará a vecinos con expropiación de sus patios y terrenos, para dar paso a la habilitación de una calle de servicio.

Funcionarios de la Dirección de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, fueron quienes expusieron los detalles del proyecto, que considera la construcción de una pasarela peatonal, además de una calle de servicio o caletera con pista de aceleración y desaceleración. Sin embargo, esta obra adicional requiere llevar adelante  la expropiación de terrenos de varias familias, siendo este el punto de discordia para que el proyecto avance en su planificación y ejecución.

Tras dicha exposición, los vecinos junto al alcalde realizaron un recorrido por el lugar y así conocer dónde se emplazará la pasarela y cuál es la afectación que esto producirá a los vecinos.  Es así que se recogieron una serie de consultas, propuestas e inquietudes, sin embargo como no se logró llegar a una solución, muchos de los afectados afirmaron que al no estar dadas las condiciones, lo mejor sería desechar la obra.

Cristian Vergara, vecino del lugar, habla que la expropiación trae consigo un daño emocional: «Son terrenos de mi abuelo y además hay una serie de construcciones donde la gente está afiatada a este sector». Jacob Vásquez, en tanto, fue categórico al indicar que si no hay voluntad del MOP en replantear la ubicación de la pasarela, los vecinos no la van apoyar: «No estamos de acuerdo con el proyecto como se está planteando. Lo que pasa es que el gobierno no quiere invertir en correr las torres de alta tensión, para acercar la pasarela para realmente donde están las casas de los vecinos».

Isabel Mesías cree que la obra no genera un gran impacto social, pues la mayoría de las personas que viven al interior de Llayquén, no se verán beneficiadas con esta obra: «Hay una tema de seguridad, de expropiación que quitará espacios para los niños, y el proyecto en sí es muy lejano para los habitantes del interior».

Lo que más llama la atención es la planificación de un proyecto, donde se señala que la afectación será mínima, sin embargo para la familia Henríquez Garrido, su casa queda a escasos metros de la calle de servicio planificada: «Este proyecto nos quita más de 40 años de sacrificio de nuestros padres, por lo tanto reitero mi postura de rechazo, no contra la pasarela, sí de la expropiación, me siento muy afectada e invadida».

SÍ A LA PASARELA

Pero no todos están por el rechazo del proyecto. Rosa Vicencio cree que es más que necesario contar con la pasarela, pues les garantiza seguridad para sus familias y gran parte del sector: «Yo quiero una pasarela acá afuera, no allá en los parrones porque no me sirve, caminar hasta ese lugar me significa casi media hora».

Por su parte Fabiola Vicencio señala que la expropiación de parte de los terrenos de vecinos es el gatillante para el rechazo: «Hay que pensar qué nos pasaría a nosotros con una autopista de alta velocidad sin una pasarela que genere seguridad,  es exponernos a accidentes y atropellos».

Para los concejales Vanessa Ossandón y Marcelo Olguín, la desinformación que tiene la comunidad se debe única y exclusivamente a que el proyecto no fue socializado por el Ministerio de Pobras Públicas y que hoy se quiere imponer una obra por la fuerza: «Esto es a causa que no hubo participación ciudadana con los vecinos, donde tiene que considerarse la opinión de ellos, quienes son los afectados principales». En tanto el concejal Olguín fue directo en responsabilizar la falta de comunicación con la  comunidad: «El proyecto se elaboró sin lo más importante creo yo, comunicación con la autoridad y comunicación con los vecinos. Aquí hay un problema de falta de comunicación ciudadana».

Tras la postura definitiva de la comunidad presente en la reunión, el alcalde Gonzalo Vergara comunicó que recogiendo la postura de los vecinos, se enviará un oficio con acuerdo del concejo al Ministerio de Obras Públicas, solicitando la modificación del proyecto, ya que aquí no se está en contra de la pasarela, sino por el contrario, que ésta no lleve a cabo expropiaciones, y de no ser acogida la petición, estarán rechazando la obra: «Lo que desean los vecinos es que no le expropien sus sitios, por lo tanto, si hay que echar para atrás un proyecto tan grande como la pasarela con calle de servicio, lo vamos a tener que hacer. Ahora vamos a enviar un oficio al MOP especificando cuál es la solución que creemos se le puede dar a este tema».

Esta es una historia que va a continuar, sin embargo el edil fue categórico, el proyecto debe realizarse de cara a los vecinos y no a sus espadas, menos aún cuando hay gente que se verá afectada.

Los vecinos junto al alcalde realizaron un recorrido por el lugar para conocer dónde se emplazará la pasarela y cuál es la afectación que esto producirá a los vecinos.
Los vecinos junto al alcalde realizaron un recorrido por el lugar para conocer dónde se emplazará la pasarela y cuál es la afectación que esto producirá a los vecinos.