- Ex senador se refirió a la muerte del padre del soldado Soto Tapia, reconociendo que quedó esa sensación que murió sin conocer la verdad de lo sucedido con su hijo.-
Muy golpeado anímicamente se manifestó el ex senador de la república por la zona, Nelson Ávila, tras conocer la muerte de Pedro Pascual Soto Guzmán, padre del fallecido soldado conscripto Pedro Soto Tapia, cuya muerte nunca pudo aclararse totalmente.
En la conversación destacó el empeño que tuvo don Pedro junto a su esposa Herminia Tapia, para ir en busca de esa verdad.
Señalar que Nelson Ávila fue muy cercano a la familia en esos momentos de la muerte de su hijo.
«Me ha golpeado fuerte la noticia porque naturalmente se agolpan los recuerdos las innumerables jornadas que vivimos junto a don Pedro y la señora Herminia, tras la búsqueda incesante de una verdad que pasó por todas las circunstancias inimaginables de entorpecimiento que uno pudiera pensar, entonces se hizo muy duro el trabajo que la familia del conscripto Pedro Soto Tapia demandaba para saber de una vez por todas qué es lo que había pasado con su hijo, y naturalmente un caso tan emblemático conmovió al país, llevamos a cabo innumerables gestiones de todo tipo para satisfacer el legítimo anhelo de la familia de alcanzar la verdad de la muerte de su hijo», señala.
– En ese mismo sentido, se fue sin saber la verdad en forma definitiva.
– Esa sensación, yo creo que ha quedado en todos. Al final se inventó, se falsificó una forma de explicación de lo que pudo haber ocurrido, pero parecía tan inverosímil que no hacía calzar todas las piezas y por tanto la explicación final que pudo emanar de aquello, no dejó satisfecho a ninguna de las partes.
– ¿A usted tampoco lo dejó satisfecho como parlamentario de ese entonces?
– Por supuesto, porque habían muchas cosas que no calzaban, daba la impresión que institucionalmente lo que se hizo fue acelerar un final que derivase en una forma de explicación medianamente creíble, pero que dejaba traslucir intentos desesperados por brindar un final y ya desprenderse de un caso que había incomodado tanto al Ejército.
– Pero siempre ellos aferrándose a saber lo que sucedió, porque los veía en los medios de comunicación, destacable en ellos.
– Sí, es difícil borrar la imagen que queda para la historia de este caso, que una pareja tan humilde que nunca dio por perdida la batalla de la verdad sobre su hijo, y desplegaron toda clase de esfuerzo para dar con algo que pudiese parecerse a una justicia que finalmente escapó por completo.
– ¿Se supo de cambios en el servicio militar después de la muerte de Pedro Soto Tapia?
– Sí, muchas cosas ocurrieron a partir de este caso, se mejoraron procedimientos, normas de reclutamiento, algunos ajustes reglamentarios al interior de la institución para dar curso a todo lo que concierne a la estadía de los conscriptos durante el ejercicio de su permanencia; en fin, muchas cosas intentaron corregirse.
– ¿Desde esa perspectiva, no fue en vano la muerte de Pedro Soto Tapia?
– No, porque el caso de Pedro Soto Tapia llegó a conmover al país entero, fue noticia durante mucho tiempo, remeció a las instituciones armadas en su conjunto y destacó innumerables aspectos que eran altamente condenables desde el punto de vista de la transparencia de los procedimientos al interior de estos institutos armados, entonces nunca poder decirse que esa lucha fue en vano. Por supuesto que la situaré todo el tiempo en lo más alto como emblema de una familia que no dio su brazo a torcer, que no dejó de darlo todo por conseguir la verdad sobre la suerte de su hijo, y en definitiva remeció poderes que no estaban acostumbrados al escrutinio público.
– ¿Cree usted que este hecho haya incidido para que el regimiento Yungay fuera traslado de San Felipe a Los Andes?
– Yo no tengo ninguna duda que sí lo hizo, porque a partir de este caso la sensación de impunidad que dejó en el conjunto de la ciudadanía, el nombre del Regimiento Yungay quedó marcado para siempre, y por supuesto que se esmeraron en borrar todo lo que concernía a este caso, pero no les fue posible y entonces lo mejor era sencillamente eliminar hasta el nombre de la institución para dejarlo como un episodio desafortunado, pero que ya corresponde a un pasado que no regresará.
– Para cerrar, ¿algún mensaje a la familia?
– Bueno, en este momento de dolor que vienen tantos recuerdos a la mente, no puedo sino transmitir a través de ustedes el inmenso cariño que le tomé a esa familia en aquellos momentos en que nos correspondió estar tan unidos, y decirles que la lucha que dieron no pueden considerarla que fue en vano, tienen que sentirse legítimamente orgullosos de lo que hicieron y reciban pues de mi parte y de toda la gente que estuvo junto a ellos, el cariño que es posible dar.
Decir que los funerales de Pedro Pascual Soto Guzmán serán hoy a las 11:00 horas con una misa en la Iglesia Andacollo. Posteriormente sus restos serán sepultados en el Cementerio Municipal Matías Tapia en El Almendral.