“Ni con la mayor pena que se pueda dar a este sujeto nos devolverán a Javier”

• Viuda de Javier Muñoz: Familia conforme al exigir que condena fuera en su totalidad en la cárcel.

Diego Vera Pizarro, fue trasladado directamente desde la cárcel de Valparaíso en un vehículo a cargo de Gendarmería, con algunos minutos de retraso y como el mismo lo requirió en juicio, quiso estar presente en la lectura de su sentencia que lo condenó a cinco años de presidio efectivo y sin goce de beneficios.
Este acto judicial en Tribunales, no excede los cinco minutos desde el momento que se da lectura del dictamen condenatorio, cuyos familiares de Vera, rompieron en llanto al enterarse de la sentencia que lo continúa situando tras las rejas por un período de cinco años.
Tanto Vera Pizarro como sus familiares y cercanos, abandonaron entre lágrimas raudamente las dependencias del centro de justicia sin entregar ningún tipo de declaraciones ante los múltiples medios de prensa que se agolparon en la sala del Tribunal Oral. Al mismo tiempo, el sentenciado custodiado por Gendarmes, debió volver de inmediato hasta la cárcel de la ciudad porteña.
La emoción, embargó enormemente en la familia de Javier Muñoz, tras culminar todo el proceso judicial que clamaba justicia por el querido relator deportivo del CDF, que se inició en el ámbito de las comunicaciones en la comuna de San Felipe, abriéndose paso en el medio llegando a estudiar la carrera de Periodismo, sin poder titularse desafortunadamente, tras el trágico accidente vehicular que le costó la vida.
Su viuda Ana María Espinoza, tras enterarse de la sentencia al salir de la sala de tribunal, expresó que “Siempre uno desea que se haga justicia con lo más que se pueda pagar frente a estos hechos, pero logramos conseguir lo que queríamos que fuera una pena efectiva”.
En una entrevista concedida a Diario El Trabajo, esta mujer que emocionó con su desgarrador testimonio durante el juicio televisado por el Poder Judicial, reflexiona ahora más calma, los procesos que han debido cargar emocionalmente ante la irreparable pérdida de un padre de familia, víctima de un conductor que circulaba por la carretera a más de 151 kilómetros de velocidad y en estado de ebriedad.
– ¿Cómo queda emocionalmente con esta sentencia?
– Tranquilidad entre comillas, porque se hizo justicia a algo que estábamos pidiendo a gritos, sabemos que ni con la mayor pena que se le pueda dar a este sujeto nada nos va a devolver a Javier, nadie nos va a devolver al padre de mis niñitas, nada me va a devolver a mi esposo, a mi amigo, pero es un alivio al alma, sabemos que ellos tienen al derecho a la apelación, muy probable que pase, esto si bien terminó acá, pero por completo no ha terminado.
– ¿Los deja más tranquilo una pena efectiva?
– De todas maneras, nosotros veníamos preparado a todo lo que podía pasar el día de hoy, si bien antes de llegar a mi abogado Julio Álvarez, yo visité otros abogados, sin embargo yo ya sabía lo que podía pasar hoy. Pedimos a grito esta pena efectiva y creo que es la justicia que mi esposo necesitaba.
– ¿Fue difícil entregar su testimonio ante las juezas?
– De todas maneras y hasta el día de hoy ha sido difícil, creo que está lejos calmarnos para nosotros, estamos siendo atendido por apoyo a víctimas, estamos en un proceso que en realidad va a pasar mucho tiempo que podamos decir estamos bien, estamos sanas mentalmente, sanas del alma, esto continúa, sin embargo esto un pequeño alivio que nos llega a nosotros una justicia pequeña pero que está llegando.

Madre desconsolada
Por su parte, Nancy Delgado madre de Javier Muñoz, muy afectada entre lágrimas replicó que este es el resultado de lo que esperaban para el criminal que dio muerte a su hijo “era lo que nosotros esperábamos, de alguna manera para que se haga justicia, confiar en Dios para que todo esto resulte bien, que esto sirva de escarmiento para que otros jóvenes no hagan este tipo de cosas, que le quiten la vida a gente sana por imprudencia por el alcohol, manejar en exceso de velocidad y que aprendan la lección los jóvenes para que no existan otros ‘Javieres’ que no dejen a otros hijos sin sus papás”.
Pablo Salinas Saldías