- El pequeño de solo 10 años de edad despertó a tiempo para alertar a su madre que ya sucumbía por el efecto del gas y además rescató a una prima que se encontraba desmayada al interior de un baño.
PUTAENDO.- Un niño de tan sólo 10 años de edad logró evitar que su madre y su prima murieran asfixiadas, luego que accidentalmente inhalaran una importante cantidad de gas licuado en su hogar de la Población Santa Rita.
Gladys Bravo Ahumada, madre del pequeño y tía de la segunda menor afectada, sostuvo que el viernes recién pasado, luego de haber llegado de su trabajo, aproximadamente a eso de las 17:00 horas junto a su hijo subió al segundo piso a dormir una siesta. En el dormitorio también ya se encontraba durmiendo su sobrina de 14 años de edad.
Transcurridos unos 25 minutos, ella se dio cuenta que su hijo la movía mucho mientras le gritaba para que despertara. Al levantarse, Bravo asegura que se sintió mareada, desorientada y que sólo escuchaba a su hijo mientras le decía que había mucho olor a gas en la habitación.
Apenas pudo reaccionar, Gladys Bravo vio cómo su hijo abría una ventana del segundo piso para ventilar el recinto, percatándose en ese instante del fuerte olor a gas que inundaba por completo la vivienda.
En tanto, el pequeño Matías bajó hacia el primer piso de la casa, presentando fuertes vómitos y fue seguido por su madre que tenía problemas para caminar producto de la inhalación de gas licuado. El niño se percató que en el baño del primer piso su prima de 14 años de edad estaba desmayada, ante lo cual abrió las ventanas cercanas para ventilar, al tiempo que logró que ella reaccionara y salieran hacia la calle.
Algunos vecinos que se percataron de la situación ayudaron a la madre y ambos pequeños, y luego comprobaron que la llave de paso del gas licuado en la cocina del primer piso estaba parcialmente abierta.
Gladys Bravo junto a su hijo Matías y su sobrina fueron trasladados al Servicio de Urgencia del Hospital San Antonio de Putaendo, donde fueron atendidos rápidamente. En el establecimiento de salud permanecieron con oxígeno pues presentaban un nivel de intoxicación alto.
Matías Antonio Calderón Bravo, el pequeño que protagonizó esta historia, conversó con nuestro medio y dijo que tenía muchas ganas de dormir una siesta con su mamá, pero le costó mucho quedarse dormido y algo lo hizo despertarse bruscamente sintiéndose mal y con ganas de vomitar producto del olor a gas que percibió en forma inmediata.
En su relato, el menor indicó que comenzó a mover a su madre para despertarla mientras abría una ventana del segundo piso, y al ver que su progenitora por fin reaccionó, bajó inmediatamente al primer piso porque no encontraba a su prima, a quien divisó desmayada en el baño: «Me devolví a buscarla y abrí las ventanas de la casa, después que la saqué empecé a vomitar», contó.
«Mi mamá siempre me dijo que avisara cuando sintiera olor a gas», continuó diciendo el pequeño Matías, quien además sostuvo que no era primera vez que ocurría algo similar «pero estoy feliz de haber salvado a mi mamá y a mi prima», finalizó.
Respecto a las causas de este hecho, Gladys Bravo señaló que es la tercera vez que esto pasa, pues su abuela, una adulta mayor de 94 años de edad, abrió la llave de paso del gas y salió al patio sin percatarse de la situación debido a una enfermedad que presenta, por lo que su acción fue un hecho involuntario y no intencional.
Patricio Gallardo M.
Gran valor !
Gracias a dios todos estan bien, y el hijito fue muy valiente