Estos pequeños son esos genios que no paran de luchar por superar sus propias limitaciones. Todos ellos estudian en la Escuela Municipal Heriberto Bermúdez de Algarrobal. Les acompaña su profesor, Álvaro Ramírez.

Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl

No es fácil para ellos ser un estudiante que presenta un cuadro de Necesidades Educativas Especiales (NNE), que anhela poder integrarse al mundo que lo rodea y aprender a encajar en una sociedad excluyente como la nuestra. Es un desafío que no podrá enfrentar solo. Para una adecuada integración escolar de esta generación de niñas y niños especiales, también se necesitan buenos y dedicados profesores que entiendan y comprendan esas ‘necesidades especiales’ de manera individual en cada uno de ellos.

Muchos son los recursos para que estos pequeños sigan integrándose a las clases ‘normales’ y se incorporen plenamente al rol educativo de sus escuelas.

En Diario El Trabajo te presentamos hoy la historia de uno de esos profesores que ha dedicado siete de sus 20 años de carrera como educador, a demostrar que con amor, paciencia y un buen plan de trabajo, es posible salir adelante con los problemas de estos pequeños que necesitan de esa integración escolar para continuar con una vida normal.

PARADIGMA PRODUCTIVO

La idea de la integración escolar se basa en el paradigma de que es más productivo para todos un grupo heterogéneo que uno -supuestamente- homogéneo y que con la inclusión en el aula de chicos con NEE se benefician tanto unos como otros.

“Hay niños que yo atiendo que son calificados como ‘transitorios’, luego de algunos meses de establecer planes de estudios personalizados con cada uno de ellos, pasan a reincorporarse de lleno a las clases ‘normales’ o, por el contrario, se establece que su condición de estudiante con NEE pasa a ser ‘Permanente’ y de igual manera logran avanzar educativamente”, explicó a nuestro medio el Profesor de Enseñanza Especial, Álvaro Ramírez Rivera.

El profesor de Enseñanza Especial, Álvaro Ramírez Rivera, también brinda sus servicios en la escuela Buen Pastor con niños especiales.

“Ellos reciben apoyo multidisciplinarlo en Psicología, Fonoaudiología, Neurología, Pediatría que requieran para salir adelante, también trabajamos con su familia, contamos para ello con recursos tecnológicos, apoyo institucional, contenidos digitales y los educadores mismos, a fin de generarles un ambiente de aprendizaje enriquecidos con todos estos recursos”, agregó Ramírez.

En el caso de estos niños con NEE, hace falta incorporar la figura del ‘Maestro integrador’, un adulto especializado que disponga de los recursos que el maestro común no maneja y que pueda acompañar al niño en el aprendizaje de los contenidos y en el aprendizaje de los vínculos, en este caso, Álvaro Ramírez es ese ‘Maestro Integrador’. Como sociedad, la integración escolar es un camino necesario que apenas hemos empezado a recorrer, pero que promete enormes beneficios para hoy y para mañana.

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