- Tribunal de San Felipe condenó a Francisco Chandía por el delito de parricidio frustrado a la pena de ocho años de cárcel, luego que agrediera con arma blanca a su hijo producto de un ‘arrebato emocional’.-
Era el 14 de abril del año 2020 y la ciudad de San Felipe quedaba estupefacta tras conocerse la noticia de que un padre habría atacado con un arma blanca a su hijo de tan sólo 5 años de edad, a raíz de un ‘arrebato emocional’, provocándole heridas de gravedad y siendo internado en el Hospital San Camilo con riesgo vital.
En ese momento y según relataba el capitán de la Segunda Comisaría de Carabineros de San Felipe, Franco Herrera, «a las 20:00 se presentó en la guardia de la Segunda Comisaría, un adulto quien señaló que momentos antes se encontraba junto a su hijo de 5 años, en un momento de arrebato emocional le habría quitado la vida».
Herrera indicó en su momento que el hombre «llegó hasta la unidad policial para entregarse por el delito que había cometido. Carabineros concurrió al domicilio encontrando al menor aún con vida, quien mantenía diversas lesiones por arma blanca y elementos contundentes».
Debido a este brutal ataque y la gravedad de las lesiones que presentaba el menor, es que «Carabineros lo trasladó hasta el servicio de urgencia en el carro policial al hospital San Camilo», comentaba el capitán Herrera en ese entonces.
SENTENCIADO
Meses después y luego que se dispusiera la prisión preventiva en contra de Francisco Chandía, el Tribunal Oral en lo Penal de nuestra ciudad dio a conocer la sentencia en contra de este sujeto por el delito de parricidio frustrado.
En este sentido, fue el fiscal Rodrigo Zapata quien indicó que «el día de hoy (ayer) el Tribunal Oral en lo Penal de San Felipe dio a conocer la sentencia a imponer al acusado respecto del delito de parricidio frustrado, conforme a hechos ocurridos en el mes de abril del año pasado».
El fiscal Zapata precisó que «el acusado luego de intentar sofocar a su hijo menor de 5 años de edad y tras no conseguirlo, procede a herirlo con un arma blanca a la altura de su pecho, ocasionándole lesiones graves que de no mediar atención médica oportuna y eficaz, hubiese derivado en la muerte del menor».
Finalmente Zapata sostuvo que «el tribunal impuso la pena de 8 años de privación de libertad de cumplimiento efectiva, además oficiando al tribunal de familia de la comuna para que tomen conocimiento de tal resolución».
Con esto se cierra un capítulo escabroso de la historia policial de San Felipe, en el que la justicia condenó a un padre que intentó matar a su hijo. Francisco Chandía estará casi una década tras las rejas por su ‘arrebato emocional’.
