Rosanna Villarreal Suazo, de 39 años, quien sufre de parálisis cerebral, decidió realizar este gran gesto regalando esta silla de ruedas para quien la pueda necesitar.

  • Modesta discapacitada demostró con su ejemplo que siempre es posible ayudar y darle un mejor uso a los aportes que entrega el servicio público.

Rosanna Villarreal Suazo, a sus 39 años, es un ejemplo de esfuerzo y superación. Ella sufre parálisis cerebral y desde el 2001 que está ingresada al Centro de Rehabilitación CIMSO del Hospital San Camilo, en donde ha recibido numerosos tratamientos que le han permitido superar sus problemas y transformarse un una mujer autónoma e independiente.

Y es que son tantas las ganas de superarse, que pese a las dificultades decidió estudiar contabilidad y sacar su carrera a toda costa, para lo cual debía trasladarse todos los días en silla de ruedas desde su casa en El Totoral hasta la Biblioteca Pública para poder usar los computadores en donde realizar sus trabajos.

Durante todo este proceso, el cual logró superar y gracias a su esfuerzo hoy trabaja en un centro dependiente del SENAME. Rossana recibió ayuda de muchas personas e instituciones, entre las cuales está la Iglesia Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a la cual pertenece, en donde le obsequiaron una silla de ruedas eléctrica que en un principio le sirvió bastante, pero luego, debido a su talla y peso, debió dejar de lado ya que era para alguien más joven.

Ya en el CIMSO, logró hacerse de otra silla de similares características, adecuada para su estatura y peso, por lo cual, y pese a que podría haberla vendido, decidió donar la silla anterior esperando que otra persona pueda hacer buen uso de ella y beneficiarse en el sistema público al igual que ella.

«Como a mí me la donaron, me pareció feo venderla, ya que he recibido tanta ayuda de este centro, del hospital y de tanta gente, que me ha llegado el momento de devolver toda esa ayuda», aseguró Rossana Villarreal, demostrando con su ejemplo que la solidaridad también puede venir de quien más la necesita, ya que existe mucha gente que tiene bastones, sillas de ruedas u otros objetos arrumados en sus casas porque ya no los utilizan, pero no se acercan a estos centros a donarlos para que otros los puedan ocupar.

Por su parte, la Dra. María Lucía Ríos, Médico fisiatra a cargo del Centro de Rehabilitación del Hospital, manifestó su agradecimiento por este noble gesto, haciendo un llamado a quienes han sido beneficiados con ayudas técnicas y ya no las requieren, que las devuelvan para darles un mejor uso.

«Nuestro hospital a través de sus diversas unidades, entrega ayudas técnicas como sillas, bastones, colchones antiescaras, y nosotros como CIMSO también entregamos algunas de costo propio o gracias a donaciones como esta, por lo que hacemos un llamado tanto a quienes las necesitan y no tienen como a quienes ya no las están utilizando, para que se acerquen y se pueda dar el mejor uso posible a estos implementos», señaló.

Junto con agradecer a esta usuaria, también reforzó el llamado a cuidar y proteger los bienes públicos, pues cuando se devuelve lo recibido se está ayudando a otros usuarios con igual o mayor cantidad de problemas que los que uno siempre cree tener.

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Modesta discapacitada demostró con su ejemplo que siempre es posible ayudar y darle un mejor uso a los aportes que entrega el servicio público. Rosanna Villarreal Suazo, a sus 39 años, es un ejemplo de esfuerzo y superación. Ella sufre parálisis cerebral y desde el 2001 que está ingresada al...