A pleno sol entre cartones y tapado con una sombrilla:
Una ingrata situación, poco menos que un Viacrucis humanitario, es el que está viviendo la familia del querido Boris Vásquez Tapia, excolectivero que desde hace casi 20 años vive postrado en su cama a raíz de una parálisis producto de una mala praxis médica, situación ya muy conocida por nuestros lectores. Sin embargo a ese drama familiar se sumó este lunes la penosa ausencia de una ambulancia para que él fuera trasladado a un centro de rehabilitación en Cajales para que le tomen las medidas y le puedan diseñar una silla especial. Sin embargo, a raíz del paro del personal médico del Hospital San Camilo y otras dependencias del sector Público, ninguna ambulancia les fue asignada, situación descrita por la madre de Boris, Elvira Tapia.
«La verdad de las cosas que yo no estoy en contra de que los empleados públicos se vayan a paro, ellos tienen su derecho, el tema es que para poder llevar a mi hijo a la fisiatra para que le tomen las medidas en el CRI (Centro de Rehabilitación Integral) en Cajales, yo tuve que conseguir una camioneta y subir a Boris en unos cartones en la parte trasera de esa camioneta. Esas medidas son para una silla que le regalará el Senadis, tres veces le habían suspendido la hora, y ahora que sí nos atendieron, no hubo ambulancia por el paro. Yo lo que pido a estas personas del hospital que al menos tengan un Turno Ético, son 19 años de atender a mi hijo en esas condiciones, no me parece justo», dijo la angustiada madre.
Roberto González Short