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El Diario del Valle de Aconcagua

Juana Urrutia Ruíz, en vida, desarrollando su trabajo en la avenida Tocornal. (Foto Facebook Ciudadano Beto Luis Henríquez).
Policial

Pesar por muerte de conocida comerciante ambulante cuando vendía productos

Murió atropellada por camión en Tocornal con Chercán Tapia:

Pesar en la comunidad, especialmente automovilistas que pasaban continuamente por Tocornal hacia Los Andes, ha desatado el atropello y posterior fallecimiento de Juana Urrutia Ruíz, de 65 años de edad, quien se instalaba en los semáforos de la intersección de Tocornal con Chercán Tapia a ofrecer sus productos, en este caso desodorantes.
El accidente ocurrió este martes en la tarde, cuando fue alcanzada por un camión que iba por Tocornal y viró por Chercán Tapia para dirigirse hacia la Avenida Miraflores, luego que le diera la luz verde.
Un testigo del accidente que se identifica como David, conversó con Radio Aconcagua, indicando que la fallecida apareció de improviso: «Mira, la abuelita apareció de repente, me apareció a mí; yo iba por el lado derecho de la pista y se fue hacia adelante mío. Había otro vehículo que llegaba a la intersección de Tocornal y siguió caminando y giró hacia el camión, en ese instante justo dio el verde, el camionero no la vio… realmente no la vio. El camión siguió por Chercán Tapia, nosotros le piteamos, pero el conductor del camión no la vio, la abuelita se apegó tanto al camión y le dio la luz verde y el camión siguió su curso, los que estábamos más atrás, en este caso fui yo él que gritó y tocó la bocina, vimos saliendo a la abuelita, saliendo por detrás del camión», señaló David.
Continúa con su relato señalando que en ese minuto del accidente, «chequeé, giré a la abuelita porque estaba boca abajo, la giré y como que respiró, tiró un suspiro, le vi signos vitales y pedí que alguien siguiera el camión porque se fue lento, pero siguió en curso, entonces nadie hacía nada y pedí que me abrieran paso para seguir el camión, seguí al camión hasta más abajito de Hermanos Carrera con Avenida Miraflores, ahí alcancé al camión y le dije, él me respondió que sintió la bocina y pensó que como aquí todos tocan bocinas por tocar, pero él la vio porque también le ofreció el producto, la vio que se subió al lado izquierdo del bandejón: ‘y de ahí -me dijo- estuve esperando el verde nomás’», señala David.
Reconoce que hasta ayer no podía asimilar lo que había sucedido con Juana Urrutia Ruíz.
«Con mi hermano lo lamentamos muchísimo, pero se veía venir lo que pasó, todos la mirábamos, pero nadie hacía nada, presentíamos lo que podía pasar», indicó David, testigo del accidente.
Una vez ocurrida la tragedia, fue la ambulancia del SAMU que la trasladó hasta el Servicio de Urgencia del Hospital San Camilo, donde finalmente falleció y desde donde ayer en la mañana fue retirada para ser trasladada hasta el SML de Santiago, donde hoy en la mañana le iban a realizar la autopsia correspondiente debido que el SML de San Felipe no cuenta con un médico legista por estos días.
Esta última situación molestó a los familiares cuando fueron hasta la fiscalía local.
Alexandra, nieta de la fallecida, dijo que en estos momento sentían rabia porque «la van a entregar recién mañana (hoy) y nosotros el martes en la noche insistimos en el Hospital San Camilo para que dieran la orden para poder sacar el cuerpo y ahora estamos aquí en la fiscalía, donde nos dicen que el cuerpo se va a Santiago; la familia sufre, la hija de ella sufre porque se quería velar hoy (ayer) en su casita y tenemos que esperar y recién mañana (hoy) en la tarde-noche la vamos a poder, entonces estamos con una pena muy grande, nos dijeron que no hay personal, pero ayer había, nosotros fuimos al hospital San Camilo, intentamos hablar y no hubo respuesta; que no, que no, entonces es una falta de respeto para nosotros como familia… Es una falta de respeto que nos hagan esperar, nosotros queremos tener el cuerpo con nosotros porque la muerte de ella fue una muerte trágica, queremos que descanse con nosotros, nos salen con esto, entonces es una burla», dijo Alexandra.
– Alexandra, si pudieras comentarnos ¿cómo era la vida diaria de ella, salía a trabajar diariamente?
– Era muy tranquila, a ella le encantaba salir a vender sus cosas, decía que no quería ser una molestia; mi mamá cuántas veces le dijo que no, hay gente que especula cosas que se le mandaba a vender… que no, aquí tenemos nuestras amigas que la llevábamos a la peluquería a sacarle su barbita a peinarla, siempre había una preocupación de mi mamá, de los otros hijos que ella tiene mi mamá era la única que se hacía cargo, que la gente hable sin saber, ella iba por su voluntad, nadie la obligó. Cuando Carabineros la iba a dejar, Carabineros entraba, veía que tenía su camita, su pieza, su ropita, su comida, nunca le faltó nada, ella era porfiada, salía, «abuelita no», «abuelita no» ella decía «es que no me quiero sentir inútil», ella no tenía su pensión, entonces para no sentirse inútil. Muchas veces las asistentes sociales fueron para la casa, metidas en esos programas de abuelitos, ella decía que no le gustaban porque se quedaba dormida, a ella no le gustaban esas cosas, decía que se sentía útil; desgraciadamente le tocó esto, ella era muy arriesgada, es una circunstancia que se arriesgaba mucho ahí en ese semáforo, pero se le dijo, entonces que la gente tenga un poco de respeto, no saben realmente como era la vida de ella, era una mujer feliz, tenemos fotos navidades en familia, años nuevos, entonces la gente que opina sin saber, se pongan en el lugar de la familia.
– ¿Por qué la iba a dejar Carabineros?
– Porque era muy porfiada y se ponía a todo sol, nosotros le decíamos abuela por favor no, hay Carabineros de testigo a quienes les decía déjenme trabajar por favor, que yo me siento útil y me gusta esto, ella tenía esquizofrenia porque estaba medicada, a ella no le gustaba sentirse inútil, la mayoría de Carabineros sabe que era una abuelita que le encantaba vender sus productos y que salga gente diciendo que la mandaban, ahora hace poco vi que había una persona que publicó en la red social que mi mamá la iba a dejar y la iba a buscar para que pidiera limosna, eso es mentira, aquí usted ve como está mi mamá, como viene la familia a acompañarla, mi mamá se preocupaba de sus vestimentas, nunca se le dejó sola, de los ocho hijos ella era la única que se preocupaba, entonces somos yo, mi mamá que estamos haciéndonos cargo de todo esto, ahora lo que nos enfurece es que no entregan su cuerpo, que nos hagan esperar en un dolor que paso a paso es más grande.
– También se dice que iba a dejar a un nieto al Colegio Pirámide ¿Qué hay de cierto?
– Sí, era un nieto que mi mamá estaba criando, porque eran dos; la historia es muy larga porque mi mamá rescató a mi abuelita desde Chiloé, de un maltrato intrafamiliar que tenía una hija de ella con ella, dentro de esa familia había un chiquito y mi mamá lo rescató junto con mi abuela y mi abuelita lo iba a dejar en la mañana, también estudia mi hermanita, amaba a ese niño, nos amaba a nosotras poco se le entendía lo que hablaba, pero a ella le gustaba, se ofrecía, llegaba a almorzar a su casa, jamás pasó hambre, los médicos, hay inscripciones de sus controles, a ella jamás se le vulneró sus derechos.
– ¿Por qué creen ustedes que se comentan estas cosas?
– Maldad, yo encuentro que es gente que lo ve desde otro punto de vista, que no está aquí en la realidad con nosotros, no está viendo como fuimos nosotros, y uno opina, hasta yo me incluyo, uno a veces opina sin saber las cosas como son realmente.
– ¿Quizás sería donde la veían con todo el calor?
– Claro, pero se hicieron muchas cosas, incluso se habló con la psiquiatra de ella porque tenía controles psiquiátricos con ella y le decíamos en los mismos controles, hablábamos con ella y ella que no, que no. Mi mamá le compraba sus bloqueadores, su gorrito, porque ella es adulto mayor, no se le puede decir que se quedara en la casa, ella se arrancaba.
Cabe recordar que hoy en Santiago se va a realizar la autopsia para posteriormente sus restos velarlos en su casa ubicada en la Villa El Señorial sexta etapa calle Ernesto Crovetto de San Felipe.

Juana Urrutia Ruíz, en vida, desarrollando su trabajo en la avenida Tocornal. (Foto Facebook Ciudadano Beto Luis Henríquez).
Juana Urrutia Ruíz, en vida, desarrollando su trabajo en la avenida Tocornal. (Foto Facebook Ciudadano Beto Luis Henríquez).

3 COMENTARIOS

  1. UNA LASTIMA!! se nota que era bien atendida,asi se veia, los abuelos se sienten molestias, no les sirven al sistema en un país NEFASTO CON MAYUSCULA!! donde si tubieramos pensiones dignas para vivir después que nos desecha el sistema no pasarían estas cosas!! yo trabaje en SENAMA muchos años atrás, se hacen cosas, pero no se avanza a mi parecer!! sigan votando por weones que no representan nuestras necesidades, solo solventan sus propios intereses!! paz para la tan amorosa señora, que sin duda ahora no molestara a nadie!! Una vez en una feria vi abuelos pidiendo verdura mala o de desecho para poder comer!! PAIS QLO NEFASTO!!

  2. Así es, una gran, gran pena! Era común verla en esa esquina, a pleno sol en el verano con su sombrero. Sra. Juana Urrutia, ahora se le puede recordar por su nombre! Mi cariño para ella.

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