María Elena Vera, Leandro Rodríguez Valdebenito y Viviana Galdámez, tres de los trabajadores afectados, hablaron también con el Gobernador Eduardo León para pedirle ayuda.María Elena Vera, Leandro Rodríguez Valdebenito y Viviana Galdámez, tres de los trabajadores afectados, hablaron también con el Gobernador Eduardo León para pedirle ayuda.
María Elena Vera, Leandro Rodríguez Valdebenito y Viviana Galdámez, tres de los trabajadores afectados, hablaron también con el Gobernador Eduardo León para pedirle ayuda.
María Elena Vera, Leandro Rodríguez Valdebenito y Viviana Galdámez, tres de los trabajadores afectados, hablaron también con el Gobernador Eduardo León para pedirle ayuda.

Alrededor de 20 trabajadores de la empresa «GVF Alimentos» quedaron a la deriva al perder sus puestos de trabajo en la planta procesadora de frutos secos ubicada en el sector de la carretera San Martín, específicamente callejón Cifuentes sin número, a un costado de la planta Del Monte.
Se trata de una empresa exportadora de pasas y frutos secos con su propia planta procesadora que prestaba servicios, entre otros, a la empresa Nestlé, para quien procesaba pasas al ron, y que pertenece a Luis Díaz Ochoa, empresario de Santiago con alrededor de seis años operando en el lugar.
Así al menos lo manifestaron María Elena Vera, dirigente nacional de la Confederación Unidad Obrera Campesina, quien se desempeñaba como operaria desde hace un año; Leandro Rodríguez Valdebenito, operador de máquina, con cuatro años y medio en la empresa; María Araya, encargada macerado; Viviana Galdámez, control de calidad, y Manuela Muñoz, operaria, todas con 6 años de antigüedad.
Según denunciaron, el pasado 30 de junio su empleador les avisó que la empresa estaba en quiebra, que trabajarían solo hasta ese día y que el síndico vendría, liquidaría la sociedad y pagaría sus finiquitos. Por ello continuaron asistiendo todos los días al trabajo, para encontrarse con el síndico, apoyando de paso a su patrón para el cual habían trabajado tanto tiempo; fue así como, entre otras cosas, trabajaron arduamente, incluso en horario nocturno, para sacar la producción que quedaba antes que llegara el síndico.
Pero eso no fue todo, estaban tan comprometidos con su patrón que incluso ayudaron a cargar y trasladar las valiosas máquinas que tenía la empresa, para ocultarlas y que no se las llevara el banco…

LLEGA EL SÍNDICO
Así transcurrió el mes de julio, donde los trabajadores, a pesar de haber sido despedidos, continúan trabajando y esperando la llegada del síndico, que «llegaría uno de esos días», les decían… Curiosamente el viernes 7 de agosto les dicen que si quieren pueden irse porque el síndico ya no llegará ese día, pero los trabajadores prefieren quedarse ‘por si las moscas’.
Si fue buena o mala idea, juzgue cada cual, lo cierto que ese día apareció el síndico Enrique Ortiz D’Amico, y desde ese día comienzan los baldes de agua fría para los trabajadores. Enrique Ortiz les informa que él procederá a finiquitarlos, pero en el fondo se trata de un mero trámite, de oficializar el despido, ya que la empresa no tiene activos para liquidar y haber solventado sus finiquitos y los ocho meses de cotizaciones impagas que tienen, pues todo el equipamiento que está en el lugar es propiedad del banco.
Los trabajadores, desconcertados, decepcionados, impotentes, desesperados, le hacen ver al síndico que la empresa sí cuenta con valiosa maquinaria que se ocultó en dos predios vecinos, por lo cual lo llevan hasta ambos lugares, pero en ninguno de ellos pueden hacer gran cosa ya que los propietarios de esos predios no permiten que se ingrese a verificar la situación.

PLANTA EN LAMPA
Cabe destacar que a juicio de los trabajadores, los equipos y máquinas que tenía la empresa deberían valer unos 300 millones de pesos aproximadamente, y de ese equipamiento un 60 por ciento se encontraría escondido.
Agregan que entre las máquinas que aseguran fueron ocultadas por la empresa, se cuenta un equipo de rayos X de última generación que detecta piedras, metales o cualquier basura en la fruta, siendo capaz de limpiarla en forma automática a través de un sistema de inyección de aire. Sin duda, avanzada tecnología que bastaría para cancelar con creces las deudas de la empresa.
Pero eso no es todo, porque según señalan, tienen antecedentes que el propietario de la empresa, con el equipamiento oculto, estaría abriendo otra planta en Lampa, pues se trata de equipos más que suficientes para el procesamiento de la fruta. Hasta ese lugar, aseguran, se estaría llevando algunos trabajadores que ‘permanecieron fiel’ a él.

«CÓBRENLE AL SÍNDICO»
Prosiguiendo con la historia, el asunto es que al no obtener del síndico el dinero que esperaban obtener, los trabajadores acuden a su empleador para que les cancele el mes de julio, pues necesitan alimentarse, dependían de ese trabajo y ahora que no lo tienen necesitan más que nunca que se les pague ese último mes trabajado, además del finiquito y los 8 meses de imposiciones impagas, pero su empleador, molesto porque hablaron con el síndico, se siente ‘traicionado’ y les habría manifestado que no les pagaría, «que fueran a cobrarle al síndico», aseguran.
Diario El Trabajo intentó hablar con Luis Díaz Ochoa, propietario de la empresa, a través de un número telefónico entregado por los trabajadores, pero al intentarlo una grabación respondía: «El teléfono al que usted ha llamado no está autorizado para recibir llamadas».

HABLA EL SÍNDICO
Finalmente y con el objetivo de tener una versión más imparcial del conflicto, intentamos entrevistarnos con el síndico Enrique Ortiz D’Amico, quien nos pidió le enviáramos un cuestionario para poder responder nuestras inquietudes. He aquí dicho cuestionario y sus respuestas:
– ¿Cuál es la situación concreta en que se encuentra ‘GVF Alimentos’?, ¿en proceso de liquidación, de renegociación, de quiebra?
Se encuentra en proceso de liquidación, lo que en nomenclatura de la antigua Ley se denominaba ‘Quiebra’.
-¿Por qué no se puede finiquitar a los trabajadores si la empresa cuenta con una enorme y valiosa infraestructura estimada en unos 300 millones de pesos?, según la evaluación no experta de los trabajadores.
Todos los activos que se encuentran al interior de la planta, con excepción de una camioneta y cuestiones menores, se encuentran arrendados, en modalidad de leasing.
– Los trabajadores describen diversas maquinarias y equipos de avanzada tecnología como un sistema de rayos X, los cuales habrían sido ocultados por el dueño usando a los mismos trabajadores para esa labor, lo que les permite saber dónde están esos equipos. ¿Es efectivo que usted acompañó a los trabajadores al predio donde supuestamente se encontraban las máquinas?
Efectivamente me constituí en dos domicilios señalados por los trabajadores en búsqueda de otros bienes de la sociedad, pero se trató de otras empresas y no habían activos de la fallida.
– Si la empresa está en proceso de liquidación, ¿cuáles son las prioridades a la hora de liquidar los activos, los trabajadores o la banca?
Los trabajadores tienen la prioridad tanto en el pago como en el trato que debe dársele por su condición menos fuerte en este tipo de procedimientos.
– De acuerdo a la denominada ‘Ley Bustos’, los trabajadores no pueden ser despedidos ni finiquitados mientras se les adeude sus imposiciones. ¿Estos es así cuando una empresa va a la quiebra?, ya que a ellos se les debe sueldo de último mes, finiquito e imposiciones de alrededor de 8 meses.
Los trabajadores necesitan ser despedidos, pues ya no siguen prestando servicio en una empresa que no les cancela sus remuneraciones.
– Los trabajadores denuncian que su empleador está abriendo la misma planta con las maquinarias escondidas, en la localidad deLampa. ¿Es eso factible, puede hacer eso una persona que se declara insolvente, iniciar un nuevo emprendimiento con los mismos activos?
Desconozco concretamente esta situación.
– Basado en su experiencia, ¿qué solución pueden tener los trabajadores? ¿Tienen alguna esperanza?
En mi opinión, los dueños de la empresa debieran comparecer en el proceso y solventar el pago de los trabajadores, puesto que los activos incautados a la fecha no son suficientes para ello.
Marco A. Juri

Un comentario en «Planta se fue a la quiebra y no les pagan ni sus sueldos ni sus imposiciones»

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