Ya descansa en su tierra natal:
Finalmente fue trasladado a su país el cuerpo de la joven madre boliviana Lizbeth Martínez, quien murió en el hospital San Camilo de San Felipe y por la cual estaban realizando una campaña para reunir el dinero suficiente para llevarla de vuelta. En total se reunieron más de 500 mil pesos.
Al respecto conversamos con Claire Saldivia, quien nos dijo que es ‘tía’ de la hija mayor de Lizbeth: «Nosotros hemos estado en contacto en todo momento con el papá, que en estos momentos está en Bolivia. A la señora Lizbeth se la llevaron el día viernes, desde acá del hospital fue llevada a Santiago, a la funeraria que se iba a hacer cargo de los restos de la señora Lizbeth, y el día domingo fue trasladado el cuerpo hasta Bolivia, llegando como a las dos de la mañana a su casa porque llegaba a La Paz y desde ahí eran como 12 horas de viaje hasta donde vivían», dice.
– ¿Sirvió algo la campaña, el hacerlo público, se logró reunir dinero?
– Sí, mira lo que se tenía que reunir era 1 millón 600 mil pesos, y nosotras en la campaña que duró más o menos como una semana, se logró reunir 522 mil pesos. Esto aún no se hace llegar al marido de la señora Lizbeth, estamos en trámites y ya está avisado que se le va a depositar un monto de plata, finalmente no es mucho, pero en algo va a poder amortiguar los gastos de todo el traslado que se tuvo que hacer con la señora Lizbeth, porque ellos son súper humildes en Bolivia y la mamá tuvo que pedir un préstamo para poder trasladar el cuerpo de su hija, entonces la plata reunida en algo va a poder ayudar económicamente a la familia. No se logró el monto total, nosotros hubiéramos querido que fuera el millón seiscientos mil pesos, pero en una semana es imposible lograr esa cantidad de dinero.
– Fue una situación terrible, dolorosa.
– Sí, no solamente para ellos como familia, sino que a nosotras como ‘tías’ del jardín también nos afectó harto porque la señora Lisbeth era una muy buena apoderada, ella a pesar de no tener mucho, todo lo que a ella se le pedía en materiales de cosas pequeñas, papel lustre, cosas que se piden en el jardín, ella siempre llevaba todo lo que se le pedía. Y súper cooperadora con nosotras. Semanas antes que falleciera, ella fue al nivel a mostrar el uso del aguayo que usan ellos, les mostró a los niños, les sacamos fotos en esa oportunidad, la grabamos; y cuando teníamos que salir a limpiar el entorno del jardín, llegaba con palas a ayudarnos. Nos dolió harto la muerte de la señora Lisbeth y el contexto en que se dio, todo porque nosotras creemos que a lo mejor igual de algo tan pequeño como una apendicitis, llegara a fallecer, igual si se hubiesen hecho las cosas de manera correcta a lo mejor no hubiese pasado nada.
– ¿Agradecer a alguien?
– Bueno, agradecer a la gente que nos pudo cooperar en lo que estuvimos haciendo, a las ‘tías’ del jardín en general porque desde el jardín nació esta campaña, y a ustedes también por hacer público esta ayuda que queríamos para la señora Lisbeth.
Importante señalar que los funerales de Lisbeth fueron este día 31 de julio en su ciudad natal, en Bolivia.