PUTAENDO.- Miguel Saá, un vecino putaendino quiso denunciar públicamente lo que a su juicio catalogó como un mal diagnóstico y falta de prolijidad por parte de los facultativos médicos del Hospital San Antonio y Cesfam de Putaendo, luego de la atención que recibió su hijo de 17 años, aquejado de fuertes dolores estomacales. El denunciante dijo que su hijo fue llevado al Hospital San Antonio el día 11 de junio en horas de la tarde, aquejado de fuertes dolores estomacales, donde después de ser atendido por el Médico de Turno, le diagnosticaron una gastritis, luego fue enviado a su casa con recomendación de reposo y régimen liviano.
Saá señala a Diario El Trabajo que al día siguiente, al ver que su hijo continuaba con los dolores estomacales y que estos se acentuaban, llevó a su hijo al Cesfam de la comuna, donde también el médico del recinto le diagnosticó una gastritis.
INGNORARON APENDICITIS
A pesar de las indicaciones médicas, el joven continuaba con dolores, por lo que al día siguiente lo llevaron a un médico particular en la ciudad de San Felipe, quien ordenó rápidamente un examen que arrojó que el menor de edad presentaba una apendicitis bastante grave y que ya era un cuadro de peritonitis, por lo que fue enviado en carácter de urgente al Hospital San Camilo, donde fue ingresado y le colocaron varias sondas y antibióticos para tratar la avanzada infección que tenía en su intestino.
«He querido hacer esto público, ya que mi hijo fue mal diagnosticado y los médicos en Putaendo no fueron acuciosos, debieron haber dejado hospitalizado a mi hijo y haber visto su evolución y en vez de eso me lo mandaron a la casa con reposo y si yo no lo llevo a un médico particular, mi hijo se muere, ya que la apendicitis que tenía en un principio había avanzado a una peritonitis y la infección era muy grave, mi hijo estuvo once días hospitalizado en estado grave y hoy, que está un poco mas estable, recién lo van a poder operar, ya que en un momento se tornaba muy riesgoso, por lo que pido a las autoridades que le exijan a los médicos un poco más de rigurosidad cuando no tengan claridad sobre el diagnóstico preliminar, ya que ni siquiera lo mandaron a San Felipe y gracias a Dios y que a mi hijo es un joven fuerte, pudo soportar la infección que presentaba».
Patricio Gallardo M.