- Pieza rescata a los desconocidos del Golpe de Estado de 1973:
PANQUEHUE.- En la ciudad de Panquehue, en la Sala Cultural Raúl Tagle Bennet, ubicada en Troncal 1166 a las 18:30 hrs, se presenta una obra teatral, que narra lo ocurrido la tarde del 11 de septiembre de 1973, en la Población Paredes de Temuco. Don Arnaldo, un hombre mayor sin posición política aparente, decide poner en su antejardín una bandera chilena a media asta con un crespón negro, y su vecino don Javier, allendista consciente del peligro de esa acción, le pide que saque la señal de luto. La obra ‘El Crespón Negro’ -escrita y dirigida por Hugo Mejías- recoge el tira y afloja entre estos hombres, como una forma de relevar el drama íntimo que muchos chilenos anónimos vivieron ese momento.
Ambos personajes, ponen en jaque términos como consecuencia y lealtad, atreviéndose a redimir a todos los que no salieron a la calle a defender a Salvador Allende y cruzando las fronteras de las visiones políticas. La obra, tiene un tercer personaje, un joven militar, quien también aporta su mirada y colabora con la humanización de lo sucedido en nuestra historia reciente.
Ganador del Fondo del libro modalidad de Dramaturgia, y luego Fondart Regional en creación escénica, el montaje es una realización de la compañía La Guerrilla, dirigida por Mejías y que está cumpliendo nueve años de ininterrumpida labor, dedicada principalmente al púbico familiar. ‘El Crespón Negro’, inicio de una nueva etapa del grupo, cuenta con las actuaciones de Héctor ‘Tigre’ Aguilar, Sergio Schmied (‘Informe para Nadie’) y Felipe Peralta, joven actor cofundador de La Guerrilla. La música original es de Rodrigo Bastidas Díaz, y el diseño integral de Carola Sandoval.
Hugo Mejías, cuenta que hace muchos años que tenía en mente escribir ‘El Crespón Negro’, inspirada en sus abuelos y sus diferencias. “Los dos tenían ribetes muy de personajes, había períodos en que se llevaban muy mal entre ellos, yo sabía cómo eran y cuáles eran sus límites. La obra tiene que ver con el Golpe de Estado y la dictadura, que para mí fue una pelea de perros grandes donde los perros chicos, donde incluyo a mis abuelos, sin tener un claro compromiso político y a propósito de su misma ignorancia o inocencia, terminan sufriendo las consecuencias”, explica.
El director, agrega que la obra, está dedicada a los desconocidos del Golpe militar y aclara que se conecta con los ideales de muchos y no con el aspecto político necesariamente; “Para mí, el verdadero protagonista de la obra es el fantasma del ideal de la UP, porque cuando llegó el momento de los ‘quiubos’ necesitó que a los que alguna vez les entregó un sueño salieran a defenderlo, y no salió nadie. Es ese fantasma que aún reclama como una mujer engañada, para mi gusto un detenido desaparecido más”.