Revocan prisión preventiva a abuelo que abusó cuatro años de una niña

En audiencia de revisión de cautelares en el Juzgado de Garantía de San Felipe, la Defensoría Penal Pública requirió ante el Magistrado revocar la medida de prisión preventiva y sustituirla por un arresto domiciliario, a un hombre de 66 años que fuera formalizado el pasado 30 de agosto por abuso sexual impropio, siendo víctima una niña de sólo 10 años, quedando privado de libertad.

Estos planteamientos fueron revertidos por la Fiscalía que lleva en curso la investigación para esclarecer el caso, exponiendo que el imputado es un peligro para la sociedad y en definitiva un peligro hacia la propia víctima, quien reside cercano al lugar de los ataques sexuales por cuatro años al interior del domicilio del sujeto.

Sin embargo, el Juez del Tribunal consideró que la necesidad de cautela, vale decir el peligro para la sociedad y seguridad de la víctima, se satisfacía bajo arresto domiciliario total y prohibición de acercarse a la víctima, decretando esta medida y no la de prisión preventiva establecida por 90 días de investigación, donde además se consideró la intachable conducta anterior del imputado, la colaboración sustancial y su avanzada edad.

Esto significa que Secundino Máximo Caniuqueo Namuncura deberá permanecer al interior de su vivienda ubicada en la población Santa Brígida de San Felipe, hasta cumplir los 90 días decretados para la investigación de la causa que deberá sobrellevar el Fiscal de delitos sexuales Andrés Gallardo.

Abusos desde el 2006

Recordemos que el imputado fue formalizado tras los sucesos relatados por la niña de actuales 10 años a la Policía y que se venían produciendo desde el año 2006, cuando la víctima tenía apenas cuatro años de edad. Desde esa época estaba al cuidado de su abuela materna, la que sin saberlo concurría hasta la vivienda del imputado por tener un vínculo religioso, dado que ambos adultos son fieles al culto Testigos de Jehová, reuniones que aprovechaba el hombre para abusar de la niña realizándole tocaciones y otros actos de connotación sexual, aberraciones que eran hechas bajo amenazas.

Según se pudo conocer de voz de la propia madre a los medios de prensa, tras largos años en que la niña fue expuesta a los constantes ataques, en un día no determinado, la esposa del imputado habría presenciado los hechos, cuando Caniuqueo le habría bajado los pantalones para nuevamente ser abusada, declaraciones que la menor relató a la policía, haciendo mención que la mujer no hizo absolutamente nada tras ver lo sucedido.

Este caso llamó la atención cuando a propósito de los abusos sexuales a niñas cometidos por un docente del Sun Valley College de Los Andes, la madre comentó la horrible situación por la que estaban viviendo sus padres y las mismas niñas, señalándole a la menor que si alguien hacía algo similar con ella tenía que contárselo, instancia en que la niña le confesó los ultrajes que había soportado por años de su ‘Tío Caniuqueo’.

Justicia con sus propias manos

En aquella ocasión la progenitora, cegada por la rabia e impotencia, no podía creer que este hombre, a quien conoce desde niña y cercano a su casa, atacó de esa deleznable forma a su hija, por lo que se dirigió hasta el supermercado Santa Isabel de calle Yungay en San Felipe, donde trabajaba el sujeto como cuidador de autos, para descargar su ira sobre él, propinándole golpes de pies y puños, donde ambos fueron detenidos por Carabineros.

Según lo establecido en nuestra legislación, las penas por delitos de abuso sexual parten desde los tres años y un día a 10 años de presidio en su grado máximo, situación que podría revertirse tras un eventual juicio oral donde se harían valer las atenuantes que actualmente posee el acusado.

Pablo Salinas Saldías

psalinas@eltrabajo.cl