- Pese a que no existen riesgos inminentes de desborde, el Director Regional de Aguas, Gonzalo Peña, llamó a tener precaución al momento de verse en la necesidad de atravesar el afluente.
Diez años tuvieron que pasar para que los aconcagüinos y los visitantes al Valle pudieran presenciar constantemente el Río Aconcagua con un caudal abundante. Con un peak de 131 metros cúbicos por segundo (m3/s) la semana recién pasada y con 127 m3/s a las 00 horas de ayer lunes, la estación de monitoreo Chacabuquito, en la parte alta de la primera sección del afluente, está marcando cifras que no se tenían registradas desde el año 2005.
Así lo dio a conocer el Director Regional de Aguas, Gonzalo Peña, quien aseguró que son 2 razones fundamentalmente las que han provocado la crecida del Aconcagua, afirmando que “lo que está marcando las estaciones es un aumento sustancial de los deshielos y esto no se produce solamente por las altas temperaturas sino que también debido a la baja en la isoterma”, explicó.
Peña sostuvo a la vez, que ésta es una situación completamente normal respecto de las lluvias que presentó el año 2015, pero que en comparación con el 2014, cuando los deshielos sólo duraron 4 días, resulta extraño ver tan crecido el caudal ya que en otras temporadas ese proceso ya había terminado y el río no traía agua.
Según el profesional, los indicadores de ayer y la semana de navidad, no son los índices fluviométricos más altos que se esperan para la zona y aseveró que “nosotros esperamos que exista un peak de aquí a la próxima semana y Chacabuquito que es nuestra estación principal aguas arriba, podría subir más aún y claramente de noche es cuando se produce el mayor aumento de caudal, bajando éste durante el día y llegando con más fuerza a los sectores bajos del Río Aconcagua”, detalló.
En relación a los riesgos que conlleva la crecida del Aconcagua en sus diferentes secciones, Peña advirtió que “por el momento está todo bajo control desde el punto de vista de las defensas fluviales que existen dentro del Río, pero también es responsabilidad de los municipios, articulados con la Onemi y con la Dirección General de Aguas, DGA, quienes estamos entregando un monitoreo cada una hora, entonces como son datos en tiempo real, podemos visualizar cuando existe algún tipo de desborde o riesgo en alguna compuerta”, detalló.
Junto con esto el Director Regional de Aguas hizo un llamado a la comunidad a estar tranquilos ya que aún no se ha declarado ningún tipo de alerta en ninguna de las secciones del afluente, vale decir Chacabuquito, San Felipe y Romeral. Pese a esto, Peña aconsejó no transitar por el Río para evitar cualquier tipo de accidente o tomar las precauciones necesarias si alguien necesita hacerlo.
SEQUÍA
Cabe señalar que las 3 estaciones modelo para poder analizar la variación de caudal dentro del Río Aconcagua son la ya mencionada Chacabuquito, San Felipe, donde se realiza el monitoreo entre el final de una sección y el comienzo de otra y Romeral, que ayer también presentó un indicador elevado con 127 m3/s a las 10 de la mañana.
Respecto a si estos indicadores contribuyen a dejar atrás el largo período de sequía que se vivió en El Valle durante los últimos 6 años, Peña fue enfático en responder que “no porque este año haya sido normal con el fenómeno del niño, tenemos que cruzar los brazos y decir que esto ya pasó, nosotros seguimos tomando las mismas acciones como si estuviéramos en estado de sequía”, puntualizó.
En cuanto a la situación que se vive a partir de la Tercera Sección del río, el personero describió que “los deshielos implican también que hay un aumento sustancial del caudal en la zona baja del Aconcagua y eso de alguna manera es beneficioso para que el recurso llegue a los distintos canales y asegure la temporada de riego durante la época estival para los pequeños y medianos agricultores, situación que el año pasado era totalmente impensada en esta fecha, ya que no teníamos nada de agua”, ratificó.
Si bien el período de Sequía parece todavía lejos de terminar, Peña destacó que los deshielos que se están desarrollando actualmente y con ello el aumento del caudal del afluente, contribuyen enormemente a reabastecer las napas subterráneas, describiendo que “esta situación tiene directa implicancia porque el recuperar todo lo que considera la fase superficial, colabora con la recuperación de las napas subterráneas, sobre todo donde existen afluentes que van a infiltrar los sectores conocidos como acuíferos (formaciones geológicas subterránea donde se encuentra y almacena agua)”, apuntó.
Por último, Peña no descartó que de todas formas la Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, decida poner en funcionamiento las baterías de pozo y el famoso ‘Canalón de la Vergüenza’, argumentando que “Este es un tema que le corresponde resolver a otras instituciones, pero nunca se puede descartar el uso de las baterías de pozo de emergencia. Hoy con el caudal que está pasando por el Aconcagua no debiera ser necesario, pero no es un tema que se pueda descartar de plano, insisto, no porque este año haya sido normal, vamos a pensar que ya no estamos en Sequía”, remató.
La DGA espera que los deshielos se mantengan hasta aproximadamente la tercera semana de enero, superando ampliamente la duración que este proceso tuvo los años anteriores, cuando en 2012 y 2013 no se extendió más allá de una semana y llegando sólo a 4 días el año recién pasado.