- Ricardo León sufrió la sustracción de dos notebook desde su vivienda del sector Quebrada de Herrera.
Indignado y esperando respuesta de la empresa Entel se encuentra el jefe de operaciones de la Municipalidad de San Felipe, Ricardo León, luego que hace unos días sufriera el robo de dos notebook de propiedad de él y de su mujer, por parte de un trabajador de la compañía que acudió a su vivienda para instalar un teléfono y televisión satelital.
Ricardo León contrató con Entel los mencionados servicios, y pocos días después concurrió a su domicilio en Quebrada de Herrera, un funcionario de la compañía que iba correctamente identificado con la credencial de operario de la multinacional.
Según cuenta el jefe de operaciones de la municipalidad, el trabajador comenzó a realizar la instalación, siendo acompañado por León, que incluso le ofreció jugo porque hacía mucho calor.
Cuando ya terminaba su servicio, el trabajador le pidió permiso para ingresar a su baño, momento que aprovechó para acceder a su dormitorio y sacar desde esa habitación, el notebook de León y de su señora, para rápidamente dirigirse al vehículo en que se movilizaba, volver a la casa y señalar que había terminado su trabajo, por lo que de inmediato se retiró.
En cosa de minutos, Ricardo León ingresó a su dormitorio y se encontró con la sorpresa de que sus computadores portátiles no estaban, por lo que acudió a Carabineros a estampar la denuncia, a la vez que hizo el reclamo a Entel.
Desde la compañía se le informó que pondrán a su disposición un abogado para que siga el caso judicialmente, única respuesta de Entel, pese a que el funcionario pertenece a la compañía, ya que según explicó León, vestía el uniforme de la empresa y portaba una tarjeta de identificación, también emitida por esta entidad.
Sin embargo, este funcionario municipal, quien es uno de los brazos derechos del alcalde Patricio Freire, exige que Entel le restituya los computadores sustraídos, explicando que el caso no da lugar a dudas, ya que este sujeto que fue a prestar el servicio a su casa, es el único extraño que ingresó a sus dependencias.
Lo más llamativo de todo esto, es que en circunstancias que Diario El Trabajo le hacía la nota a Ricardo León sobre este episodio, lo llamaron de la firma Entel para realizarle una encuesta de satisfacción del cliente, lo que resulta casi burlesco, considerando que si bien la instalación del teléfono y decodificadores se hizo de manera correcta, la conducta del trabajador deja bastante que desear.
Extraoficialmente se pudo conocer que este individuo fue despedido de la empresa, desconociéndose si pertenecía directamente a Entel o bien, si prestaba servicios para alguna contratista, como normalmente pasa con este tipo de empresas, que contratan a terceros para que realicen estos trabajos.