Los pequeños también llegaron al cementerio para recordar a sus seres queridos. En la imagen, la pequeña Sofía deposita flores en la sepultura de su abuelo Marcelino Fuentes Gallardo.
Los pequeños también llegaron al cementerio para recordar a sus seres queridos. En la imagen, la pequeña Sofía deposita flores en la sepultura de su abuelo Marcelino Fuentes Gallardo.

Gran cantidad de personas, eso sí, en menos cantidad que otros años, fue posible registrar en los distintos cementerios de la zona y especialmente en el Cementerio Municipal de Almendral. Al parecer, la gran cantidad de días festivos significó que el público en los cementerios se dividiera, por lo que el día 1º de noviembre, aunque había un número importante de sanfelipeños en el Cementerio Municipal, era menos significativo que el año pasado, lo que no significó al parecer una merma o desinterés, ya que la mayoría de las sepulturas evidenciaba visitas, al presentar la mayoría gran cantidad de flores para sus seres queridos que han fallecido.

Mientras en la noche del día 31, el Cementerio Municipal de San Felipe abrió sus puertas para la realización de la Misa de la Luz, encabezada por el párroco de Almendral, Padre Eugenio Duque, el día 1º de noviembre por la mañana se realizó la Eucaristía presidida por el obispo de Aconcagua, Monseñor Cristian Contreras.

A ambas actividades religiosas concurrió gran cantidad de fieles, quienes oraron por sus seres queridos que ya han partido. En todo caso, durante todo el fin de semana largo fue posible apreciar movimiento de público en éste como en todos los cementerios de la zona, lo que da cuenta de la importancia que tiene para los aconcagüinos, estas fechas que recuerdan a Todos los Santos, el día 1º; y a los Difuntos el día 2 de noviembre.

 

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