Y cuando ambos se dieron el ‘Sí’, lo dijeron muy en serio, pues la historia de amor de Mario Rigoberto Saavedra Verdugo y su esposa Sonia Adriana Espinoza Aguilera, hay que contarla. Se trata de dos santiaguinos que decidieron vivir en San Felipe desde hace siete años, ellos cumplirán este domingo 13 de enero, 50 años de casados, y es por ello que sus tres hijos y demás familiares le celebrarán las Bodas de Oro en la parroquia San Vicente de Padua de El Almendral, a las 12:00 horas.
Mario y Sonia eran vecinos y amigos en Villa Plaza Bulnes de Santiago desde su tierna infancia, estudiaron en la misma escuela, ocasionalmente jugaron en los recreos y así construyeron una amistad inquebrantable, al punto de establecer un pololeo cuando él tenía 17 años. Mario se graduó como Técnico en Administración y ella se convirtió en su esposa el domingo 13 de enero de 1963, en la Iglesia de Los Sacramentinos de Santiago.
MUY ENAMORADOS
“Lo mágico en nuestras vidas, es que nos casamos muy, pero muy enamorados y ya desde antes de casarnos, los dos comprábamos nuestras cosas para el hogar, así pasamos a formar nuestro hogar, realmente no me puedo quejar de estos 50 años al lado de mi Mario”, comentó a Diario El Trabajo Sonia Espinoza, quien este domingo revalidará sus votos matrimoniales. La pareja tuvo tres hijos, Paula, Roberto y Claudia, sumando hasta el momento unos siete nietos y un bisnieto.
“Con mi esposo he pasado las buenas y las malas, con él he viajado como a ocho países de América y también cada rincón de Chile. Los momentos más difíciles de nuestra vida fueron cuando mi esposo se quedó sin trabajo en los años noventas, aunque fue muy duro, logramos salir adelante”, agregó Sonia.
Mario Saavedra, por su parte, asegura a nuestro medio que él ha sido un hombre feliz y realizado al lado de su amada esposa, no se arrepiente de haberse casado y en prueba de tal convicción, este domingo se volverá a casar con la madre de sus hijos.
“Gracias a mi trabajo en una empresa eléctrica, logré viajar por muchos países del mundo, supe lo que es pasar días duros y días de inmensa tranquilidad, lo que ambos tenían en común, es que en todos esos años, Sonia siempre estuvo a mi lado, por eso la amo y por eso nos volvemos a casar el domingo”, indica Saavedra a Diario El Trabajo.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl
HERMOSA FAMILIA, LOS CONOZCO HACE UN TIEMPO, MERECEN TODA LA FELICIDAD DEL MUNDO, SON BUENAS PERSONAAS.
Cariños para ellos, me han atendido en su librería y realmente es un gusto entablar una conversación con ellos. Muchas Felicidades!!!